Cada 1° de noviembre se festeja el Día de Todos los Santos. Esta fecha cae entre las festividades de Halloween y el Día de los Muertos. En este día se conmemoran a aquellas figuras que fueron canonizadas a lo largo de la historia, y también las que no lo fueron, pero hicieron obras meritorias y se considera que están en el Paraíso.

La festividad de Todos los Santos es una celebración que honra a todas las personas que han fallecido y que ya disfrutan de la presencia de Dios. Esta conmemoración nos recuerda que todos estamos llamados a la santidad en nuestra vida, independientemente de si son conocidos o anónimos. Es un momento para reflexionar sobre la vida de aquellos que nos han precedido y su camino hacia la Casa del Padre.
El 1 de noviembre de 2025, la comunidad católica celebrará la festividad de varios santos y beatos, destacando figuras de diferentes épocas y lugares. Entre ellos se encuentra el Beato Teodoro Jorge Romzsa, un mártir del siglo XX y el Beato Ruperto Mayer, conocido por su labor pastoral en tiempos difíciles. También se conmemora a San Rómulo de Bourges, un santo del siglo V que ha dejado una huella significativa en la historia de la iglesia.
Además, se recordará al Beato Rainiero Aretino del siglo XIV y a San Pedro del Barco, un santo del siglo XII que es venerado en diversas tradiciones. La lista incluye también al Beato Nonio Alvarez Pereira del siglo XV y a San Marcelo de París, un santo del siglo IV que es un símbolo de la fe en la capital francesa.
Es importante señalar que muchas celebraciones religiosas inician la noche anterior, en la misa vespertina de vigilia, que en este caso es el 31 de octubre. Esta fecha se conoce en inglés como All Hallow’s Eve, que con el tiempo se transformó en Halloween. Aunque ambas celebraciones comparten un origen común, Halloween ha evolucionado de manera diferente y se aleja del significado profundo que tiene el día de Todos los Santos en la Iglesia Universal.
Una buena forma de recordar y celebrar la vida de este santo es replicar su devotismo por Dios y tener en cuenta sus enseñanzas para ayudar a quienes más lo necesitan.
Día de Todos los Santos: por qué se celebra cada 1° de noviembre
En la antigüedad, la Iglesia Católica acostumbraba realizar un homenaje a los mártires, durante el aniversario de su muerte y en el lugar del hecho. Durante la persecución de Diocleciano de 303, las cifras aumentaron rápidamente, lo que imposibilitaba llevar a cabo los tributos. De esta manera, la Iglesia decidió dedicar un día al año en su honor.
Durante los siglos VIII y IX, esta iniciativa comenzó a popularizarse por toda Europa. Sin embargo, no fue hasta que el Papa Gregorio III, quien ocupó su mandato desde 731 a 741, quien decidió designar un día a esta celebración. Fue así, que en la capilla de San Pedro, en Roma, proclamó el 1° de noviembre cómo el Día de Todos los Santos.
El sumo pontífice había enviado a construir una capilla dedicada a “las reliquias de los Santos Apóstoles y de todos los santos mártires y confesores, y de todos los justos hechos perfectos que descansan en paz en todo el mundo”. Con el motivo de acompañar esta nueva incorporación de la iglesia católica, esta festividad era la oportunidad para que los fieles se acercaran a la iglesia y rinde tributo a todos ellos santos no proclamados.
Hacia el año 837, el papa Gregorio IV designó clasificar esta fecha bajo la observancia oficial del Día de Todos los Santos, lo que ayudó a que alcanzara mayor popularidad y con el paso de los siglos reconocimiento mundial.