Manuela Castañeira propone un salario mínimo de $500.000

La precandidata a presidenta por el Nuevo Más visitó Mar del Plata como parte de la campaña electoral. Reflexionó sobre el rol de la izquierda centrada en los problemas de los trabajadores.

La precandidata a presidenta por el Nuevo Más, Manuela Castañeira, recorrió varios puntos de la ciudad durante la semana pasada, charló con trabajadores y presentó la base de su plataforma política de cara a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto, en la que se destaca un salario mínimo de $500.000.

Castañeira, de tan sólo 38 años, pero con una extensa trayectoria de militancia, pasó por los estudios de Radio Vinilo (89.1) junto a Marcos Pascuán (precandidato a intendente de General Pueyrredón) y reflexionó sobre el rol de la izquierda ante la situación de crisis actual a la que se llegó tras “un doble fracaso”, el de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos y donde “hay que darle voz a los trabajadores y trabajadoras que salen a pelear contra la precarización laboral”.

Manuela Castañeira junto a Marcos Pascuán (precandidato a intendente)

Se trata de una elección histórica por la profundidad de la crisis”, manifestó la precandidata a presidenta, quien está acompañada por Lucas Manuel Ruiz (precandidato a vicepresidente). La boleta del Nuevo Más se completa con Soledad Yapura y Jorge Ayala, precandidatos a gobernadora y vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.

Desde el espacio político advirtieron sobre la situación de los trabajadores en la que “ya no alcanza con tener un empleo bajo convenio para no ser pobre” y proponen un “salario mínimo de 500.000 pesos indexado por inflación”.

Sobre esta medida Castañeira expresó que “no viene sola” sino que “es parte de las siete medidas anticapitalistas” que son la base de la plataforma política y que también incluye acabar con la precariedad laboral (pase a planta, prohibición de despidos y sindicalización democrática), plan de obras públicas masivas, controlar la inflación a través de congelamiento de precios y ley de abastecimiento obligatoria con penas de cárcel para empresarios que no cumplan; impuestos a las grandes fortunas, aumento al 50% a las retenciones del agro y eliminación del impuesto a las ganancias, fuertes controles a las empresas que fugan dinero del país y frenar el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI).

La dirigenta de izquierda sabe muy bien la dificultad que supone cobrar impuestos a las grandes empresas multinacionales y controlar la fuga de capitales en un sistema que las favorece. Por esta razón planteó “correr el debate hacia la izquierda”.

La derecha está diciendo que la única manera de salir de la crisis es reventando el salario, anulando las paritarias y reprimiendo la protesta social. “Nosotros decimos no, hay que mirar al revés: hay unos pocos que están haciendo negocio con la crisis. Que la plata que se fuga, vaya al trabajador”, explicó.

Castañeira puntualizó que “el salario de $500.000 sale del impuesto a las ganancias, no hay otra forma de decirlo”. Además, enfatizó sobre el beneficio que significaría controlar la fuga de dinero al exterior de las grandes multinacionales: “el 75% de la población trabaja en el sector privado y ahí están las super ganancias, porque hay un PBI entero fugado del país”. A lo que advierte que “no es que lo diga yo, el INDEC habla de USS360.000 millones fugados”.

Control a empresas, transparencia y participación

Un punto interesante aquí es si el Estado tiene las herramientas necesarias para ejercer un control sobre las multinacionales. A esta cuestión, Manuela Castañeira, respondió que “hay falta de voluntad política para controlar” porque “hay miles de mecanismos que ya existen y no se aplican”.

Sobre este tema la precandidata fue más allá y planteó una “supervisión de trabajadores y usuarios”. Si las empresas se roban los recursos del Estado “hay que estatizarlas”, indicó, y tiene que haber “un control social”, donde haya participación de los trabajadores que le de “transparencia”.

Profundizó la idea del gobierno desde abajo hacia arriba, es decir con participación activa de los ciudadanos también aplicado a posibles decisiones políticas. “¿Quién va a estar en contra si vos querés hacer un decreto por un salario de $500.000? los trabajadores seguro que no”, reflexionó y sostuvo que llegado el caso “convocaría a los trabajadores para que se manifiesten por ese derecho”.

La precandidata explicó que los malos gobiernos de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos que “prometieron mucho y no cumplieron nada”, provocaron un crecimiento de la ultraderecha que hoy representa Javier Milei y dijo que es ahí donde el debate “debe girar a la izquierda” y “centrarse en los problemas de los trabajadores y trabajadoras” a partir de un salario mínimo de $500.000.