El uso del automóvil genera un modelo de desarrollo urbano insostenible desde el punto de vista ecológico, económico y social, sostuvieron.
Casi todos los países más civilizados del mundo, están tendiendo a un transporte cada vez menos dependiente del automóvil individual. Políticas públicas castigan este tipo de traslados, generando recursos económicos que se invierten en el transporte colectivo y en medios alternativos que no consuman combustibles fósiles. Ámsterdam, Oslo o Copenhague son ejemplos de lo mencionado, donde cada año se reduce el espacio para el automóvil, maximizando áreas para el peatón, bici sendas o lugares de descanso.
En cuanto al transporte público de pasajeros, a principio de mayo del año en curso el pliego del SITU (Sistema Integrado de Transporte Urbano) no pudo prosperar en el Concejo Deliberante, derivando en junio en la prórroga por decreto del actual y obsoleto sistema. Como contrapartida, la red de ciclovías fue aceptada en el marco del Presupuesto Municipal acordado en diciembre pasado para el ejercicio 2021. En este sentido se destinaron $71.000.000.- para su construcción en dos etapas ($16.000.000.- para la primera y $55.000.000.- para la segunda). Habiendo transcurrido 2/3 del ejercicio no se han iniciado obras, lo que hace pensar que este ítem no será ejecutado.
La Mesa Directiva del Distrito IX del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires considera que “es necesario y urgente ejecutar el presupuesto aprobado por el Concejo Deliberante, como un primer e importante paso hacia un sistema de transporte y desarrollo urbano más acorde con los tiempos que corren”.
“Nuestra ciudad tiene una escala y topografía muy apta para los traslados en medios alternativos como monopatines, bicicletas convencionales, de carga o eléctricas. Por otra parte, contamos con un clima mucho más benigno que el de las localidades donde este tipo de desplazamientos es la principal opción. Pero, además, hay que advertir que es una de las mejores formas de disfrutar nuestro maravilloso paisaje, tanto para residentes como turistas”, señalan las autoridades.
“Sin embargo –apuntan-, ciertos aspectos culturales están actuando como barreras a la hora de cambiar paradigmas. En Mar del Plata tenemos aún costumbres muy dependientes del uso del automóvil, lo que genera un modelo de desarrollo urbano que consume mucho territorio, de baja densidad, y por lo tanto insustentable desde el punto de vista ecológico, económico y social. Aún tomamos al automóvil individual como un objeto de deseo y símbolo de modernidad. A su vez las normativas que rigen las construcciones en predios privados, privilegian la exigencia de espacio para el automóvil en detrimento de otras prioridades”.
Por otra parte, en el actual contexto sanitario actividades como la gastronomía y el esparcimiento en general, con toda lógica, cada vez requieren más áreas al aire libre. Mientras tanto seguimos privilegiando al automóvil individual, que es el medio de transporte más ineficiente en términos de ocupación espacial (está demostrado que 10 bicicletas pueden estacionar en el lugar que necesita un automóvil). Gran parte del espacio público está conformado por calles vehiculares, ocupadas casi exclusivamente por automóviles que en muchos casos trasladan a una sola persona”.
Luego recuerdan que “desde nuestra profesión, muchos de los operarios que concurren a las obras en construcción se mueven en bicicleta. Este dato fue fundamental para que en su momento Mar del Plata pudiera ser la primera ciudad del país con más de 500.000 habitantes en retomar la actividad en el ASPO impuesto a nivel nacional. Pero en nuestro comportamiento como conductores de automóviles, lamentablemente no tendemos a darle a peatones y ciclistas la prioridad que deben tener ni respetamos las distancias prudentes hacia vehículos alternativos”.
“La puesta en marcha de un plan de las características del aprobado en la partida presupuestaria, que tome en cuenta que la bicicleta u otros medios alternativos deben ser formas seguras en que las y los marplatenses y batanenses podamos trasladarnos hacia nuestros puestos de trabajo, es una necesidad imperiosa”, concluyen.