La Convención Nacional de la Unión Cívica Radical eligió a Gastón Manes como presidente del organismo. Ratifican su pertenencia a Juntos por el Cambio y rechazan una alianza con Milei.

Buenos Aires.- La Convención Nacional de la UCR eligió hoy a Gastón Manes como presidente de ese organismo, que se encargará de establecer la política de alianzas del partido de cara a las presidenciales de 2023, intentando superar un contexto actual con distintas líneas internas que mantienen fracturado al radicalismo en el Congreso.
En el encuentro realizado en La Plata, los más de 300 convencionales radicales acordaron un documento con un fuerte posicionamiento dedicado a sus aliados del PRO: ratificaron su pertenencia a Juntos por el Cambio, pero con la decisión de dar pelea en las primarias: “Vamos a trabajar para tener un presidente radical”, remarcaron.
En el teatro Municipal Coliseo Podestá de la capital bonaerense, la elección de Manes fue producto del consenso, con una lista de unidad en la que la vicepresidencia quedó a cargo de Ivana Coronel, de Evolución –el sector liderado por el senador Martín Losteau–; mientras que en la vicepresidencia segunda fue designado Ricardo Gil Lavedra, en la vicepresidencia tercera Pamela Elizabeth Encina, y como secretario general Hernán Rossi, también de Evolución.
“No solo debemos ser la columna de la coalición, sino también el alma y la cabeza de la coalición que va a gobernar la Argentina en 2023”, dijo Gastón Manes, hermano del diputado Facundo Manes, uno de los aspirantes a ser candidato a la presidencia por la UCR.
En el documento final, titulado “Unidad para la esperanza”, la UCR llamó a mantener a la coalición opositora unida. “Estos son tiempos de presidencialismo de coalición y la unidad de propósito hoy es mantener unidad y mejorar la coalición Juntos por el Cambio”, afirmaron los radicales en el documento. “Mejorar” la alianza podría traducirse como el visto bueno del radicalismo a incorporar nuevos aliados (léase, el Partido Socialista). Pero a la vez, el documento recordó la firma del manual de las “buenas prácticas”, una manera elegante de avisarles a los dirigentes del PRO que promueven la incorporación de Javier Milei que esa decisión debe contar con el visto bueno de todos los socios. Y la UCR ya expresó su rechazo a sumar al “libertario”.
La declaración incluyó duras críticas al gobierno nacional por la actualidad. “La situación es alarmante. Por primera vez desde la independencia, estamos alejándonos peligrosamente de las ganas de hacer mejor y más grande a la Argentina. Hoy muchos, muchísimos, demasiados argentinos piensan que vivirían mejor si se fuesen a otro país, y que lo harían si tuviesen la oportunidad”, afirmó la UCR. “La democracia inacabada nos frustra, nos rebela, y nos obliga a multiplicar nuestros esfuerzos para contribuir a poner fin a la decadencia de este período político y que Argentina impulse un crecimiento continuado y con estabilidad. El federalismo, otra de las bases nacionales que forjaron nuestra convivencia, es una gran cuenta pendiente.”
Más allá de las declaraciones grandilocuentes y las expresiones de buenos deseos, la Convención Nacional le sirvió al radicalismo para dar una muestra de unidad entre la cúpula que encabeza el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el líder de Evolución, el senador Lousteau. El objetivo de los radicales era marcar un contraste con el PRO, fuertemente dividido por los múltiples aspirantes a una candidatura presidencial el año que viene. Claro que, mientras tanto, el bloque de Diputados de la UCR sigue fracturado: aunque habían anunciado que se reunificaría en marzo, el tiempo pasa y los dos sectores -el de Lousteau y el que responde al cordobés Mario Negri- siguen lejos de la promocionada unidad.
Fuente: Página 12