Día Internacional del Café

Esta fecha, oficializada por la Organización Internacional del Café (OIC) en 2014 y lanzada formalmente en 2015, no es solo un pretexto para disfrutar de un buen espresso o un latte. Es un llamado de atención sobre la vasta y compleja cadena que hay detrás de nuestra taza.

La Organización Internacional del Café fue la promotora de esta jornada, que se celebra oficialmente desde el 1 de octubre de 2015. La elección de la fecha no fue casual: coincidió con la inauguración de la Exposición Mundial del Café en Milán(Italia), donde delegaciones de países productores y consumidores coincidieron en la necesidad de otorgar un reconocimiento global al sector.

Antes de esa formalización, cada nación rendía homenaje al café en días distintos. Japón lo celebraba desde 1983, Estados Unidos lo hacía en septiembre, y países de América Latina también tenían sus propias efemérides. La unificación buscó darle una voz común a los productores, que históricamente enfrentaron problemas de precios inestables y falta de visibilidad.

El café es uno de los productos más comercializados del mundo y su impacto va desde el pequeño agricultor en zonas tropicales hasta el barista en la cafetería de la esquina. La celebración busca generar conciencia sobre varios puntos clave:

  • Comercio Justo y Productores: Es esencial garantizar condiciones de trabajo seguras y justas para millones de personas, muchas de ellas mujeres, que se dedican al cultivo. El objetivo es que los beneficios lleguen a quienes más se esfuerzan en la base de la cadena.
  • Sostenibilidad Ambiental: Se promueve la producción responsable para preservar los ecosistemas y la biodiversidad en las zonas de cultivo.
  • Valor Cultural y Económico: La efeméride reconoce al café como una bebida que ha modelado hábitos sociales, impulsado la economía de países enteros y se ha consolidado como un ritual diario en casi todas las culturas.

El café es el segundo producto más comercializado en el planeta después del petróleo. Más de 25 millones de familias dependen directamente de su cultivo, principalmente en América Latina, África y Asia. Brasil, Vietnam y Colombia se ubican entre los mayores exportadores, aunque también destacan naciones como Etiopía, Honduras y Perú.

 El comercio del café mueve miles de millones de dólares al año, pero la mayor parte de esa riqueza no llega a los campesinos.

Por ello, en cada edición del Día Internacional del Café se insiste en la necesidad de impulsar un comercio más justo que garantice mejores condiciones para quienes trabajan la tierra.