El juez Marcelo Fernández rechazó la demanda de los feriantes que cuestionaba la prohibición de instalar estructuras fijas en la Diagonal, validando la normativa impulsada por la gestión de Guillermo Montenegro.
La disputa entre los feriantes de la Diagonal y el Ejecutivo municipal llegó a su fin con un fallo adverso para los artesanos que pretendían mantener sus puestos fijos. La medida, promovida por el gobierno de Guillermo Montenegro, buscaba ordenar el espacio público estableciendo que las estructuras debían ser desmontables, lo que derivó en una acción judicial por parte de los trabajadores.
El juez en lo Contencioso Administrativo N°2, Marcelo Fernández, rechazó la demanda presentada por los feriantes, quienes argumentaban que el cambio vulneraba una “tradición” de años, que les permitía operar con instalaciones permanentes.
En su resolución, el magistrado dejó en claro que las disposiciones vigentes ya prohibían la instalación de puestos fijos, aunque en la práctica esta norma no se había respetado. “La propia demanda reconoce que la existencia de estructuras fijas contradecía lo establecido por la ordenanza y su decreto reglamentario, que expresamente prohíbe quioscos o escaparates fijos”, indicó Fernández en su fallo.
Además, el juez subrayó que el uso prolongado de estas estructuras no constituye una fuente válida de derecho cuando contradice lo prescripto por la normativa vigente. “No se admite que la costumbre sea una fuente de derecho cuando el comportamiento sea contrario a la norma que regla la conducta”, destacó.
El cambio impulsado por el municipio había generado críticas entre los feriantes, quienes sostenían que las estructuras permanentes eran parte esencial de su trabajo y de la identidad del espacio. Sin embargo, para el gobierno local, la medida responde a la necesidad de ordenar el uso del espacio público y garantizar condiciones más equitativas para todos los sectores que desarrollan actividades en la vía pública.