El Gobierno nacional introdujo modificaciones en la Ley de Etiquetado Frontal para favorecer a las empresas


Desde ahora sólo aparecerá el sello de los nutrientes críticos agregados y no de los que forman parte de la composición química de un alimento.

Bueno Aires.- Con la justificación de adecuarse a los estándares internacionales y mejorar la información nutricional, el Ejecutivo realizó modificaciones en la Ley de etiquetado frontal. De esta manera habrán menos sellos informativos en los productos y se flexibilizará la publicidad.

Según la revisión del “Manual de aplicación del rotulado nutricional frontal”, publicado por la Anmat tras la Disposición 11362/2024, deberán declarar el etiquetado nutricional frontal los alimentos y bebidas alcohólicas:

1) que tengan agregado de azúcares y/o sodio y/o grasas como ingredientes propiamente dichos o como parte de otros ingredientes de la fórmula y 2) las cantidades de azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas totales, sodio y/o energía en el producto listo para el consumo sean iguales o superiores a los límites establecidos por el Decreto 151/22.

Esto significa que se evaluarán únicamente el exceso de los nutrientes críticos agregados, no los intrínsecos (los que forman parte de la composición química de un alimento).

Una de las consecuencias asociadas a esta modificación es que la percepción del consumidor se puede ver alterada respecto a la calidad nutricional del producto ya que en muchos casos van a tener menos sellos de los que deberían tener”, explicaron desde la Fundación Interamericana del Corazón (FIC).

Y agregaron: “Es importante recordar que las metas de ingesta de nutrientes críticos de la Organización Mundial de la Salud no distinguen entre intrínsecos y agregados. Hay un límite de ingesta de nutrientes críticos que uno no debería superar y eso es lo que establecen las metas de la OMS que es en lo que se basa el sistema de perfil de nutrientes de OPS”.

Desde Anmat, defendieron la medida: “Con la implementación anterior de los sellos, parecía que todos los productos en el mercado habían agregado nutrientes críticos. Con esta modificación, se incentiva a las empresas a reformular sus productos para que tengan menos excesos de nutrientes críticos y a la población a utilizar los octógonos para comparar dentro de los mismos grupos de alimentos y cuál es el exceso para poder elegir mejor”.

Y señalaron que el etiquetado sigue con el mismo perfil de nutrientes de la OPS: “Los valores no se modificaron sino que siguen siendo los mismos. Se busca destacar aquellos alimentos que tienen agregados en su formulación”.

En el caso de los alimentos ultra procesados (ricos en grasas, sodio y azúcar), “van a seguir teniendo la misma cantidad de sellos, a menos que los reformulen”, sostuvieron.

¿Qué dice la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable?

En octubre de 2021, el Congreso sancionó la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida como “ley de etiquetado frontal”. La norma establece que deben llevar octógonos negros los alimentos y bebidas con cantidades de azúcares añadidos, grasas saturadas, grasas totales, sodio y/o calorías igual o superior a los límites definidos por el Decreto 151/22 y siguiendo el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Además de los octógonos negros, todos los productos que contengan edulcorantes y/o cafeína deberán contar con una leyenda precautoria, advirtiendo que no es recomendable su consumo en niños y niñas.

La ley también dispone que los alimentos y bebidas que contengan al menos 1 sello de advertencia no pueden ser vendidos ni promocionados en los establecimientos educativos y establece la incorporación de educación alimentaria en los 3 niveles educativos. También está prohibida la publicidad de los alimentos que contengan al menos 1 sello de advertencia dirigido a niños, niñas y adolescentes. No se podrá incluir personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas.

Las modificaciones traen al presente un debate que fue nodal durante la sanción de la ley; si al momento de calcular e indicar un octógono debía tenerse en cuenta los nutrientes intrínsecos o solo los agregados. Para explicarlo, María Belén Núñez, nutricionista y directora de la Fundación Sanar Nuñez, detalla cómo era el proceso hasta el momento. “Cuando a un producto se le agregaba un nutriente crítico –como puede ser azúcar, sodio o grasas–, se volvía plausible de ser evaluado, para ver si le correspondía o no un etiquetado. Entonces, si ese agregado era excesivo, se le ponía el sello de exceso del nutriente crítico que sea. Ahora bien, si ese componente convivía con otro nutriente crítico propio del alimento y también estaba en exceso, el producto como resultado llevaba dos sellos”. Es el caso de la manteca que posee grasas per se y sodio agregado, y por lo tanto le correspondían dos sellos.

Con la modificación, a partir del cambio efectuado por el gobierno nacional, “solo se muestra lo excesivo de lo intrínseco. Si hay mucha grasa en un lácteo, como puede ser un yogurt o un queso, no se muestra; solo se exhibe el exceso de lo que la industria le agregó”, completa.

Como resultado, los productos pasarán a tener menos sellos de los que deberían y, en efecto, podría transformarse la percepción pública al respecto. Entonces, la disuasión que a partir de la Ley se lograba mediante octógonos que funcionaban como alertas se diluye con la modificación que realiza el gobierno.

Quienes están a favor de este cambio que informa la Anmat suelen señalar que hay nutrientes saludables intrínsecos que quedaban etiquetados como algo malo para la salud cuando no necesariamente lo son. “Si consumo aceitunas y están dentro de una salmuera, obviamente tendrán el sello del sodio, pero también el de las grasas propias de la aceituna. En este ejemplo la grasa es buena, pero también podemos pensarlo para una almendra caramelizada. La almendra tiene buena calidad de grasas, pero si le agrego el azúcar, la combinación da como resultado una golosina totalmente palatable, muy rica, pero que no beneficia la salud de nadie”, ilustra la nutricionista la controversia subyacente. El no mostrar la totalidad de los excesos de los nutrientes intrínsecos es un aspecto controvertido, pero para Núñez, “si se suman los factores de riesgo, lleva a una mala alimentación. Las grasas dejan de ser buenas si se consumen en exceso”.

Fuente: Chequeado.com y Página 12