Histórico nacimiento de una cría de elefante marino en playas de Punta Mogotes

El nacimiento se produjo entre las 20 de ayer y las 8 de este jueves a la altura del balneario 6 y se suma a los nacimientos que hubo en Villa Gesell, Mar de Ajó y Mar Chiquita.

En las últimas horas, las playas de Punta Mogotes de la ciudad de Mar del Plata han sido testigo de un evento extraordinario: el nacimiento de un elefante marino, un fenómeno poco común que ha sido reportado en otros puntos de la Costa Atlántica.

El nacimiento se produjo entre las 20 de ayer y las 8 de este jueves a la altura del balneario 6 y se suma a los nacimientos que hubo en Villa Gesell, Mar de Ajó y Mar Chiquita.

Además, se cree que esta situación responde a la gran mortandad de crías de elefante del año pasado, producto de la gripe aviar.

Un guardaparque del Ministerio de ambiente de la provincia de Buenos Aires se encuentra en el lugar y se dispuso acordonar la zona para evitar que los curiosos se acerquen.

Los especialistas explicaron que el nacimiento de elefantes marinos en la provincia de Buenos Aires conlleva una situación extremadamente delicada. El período de amamantamiento dura entre 23 y 25 días, durante los cuales las hembras experimentan un significativo gasto energético, perdiendo alrededor de 9 kilos por día mientras alimentan a sus crías en estado de ayuno.

El destete es abrupto, y tras completar los 25 días de lactancia, la hembra se aleja para recuperar energías en el agua. Esta situación se complica en playas muy concurridas, donde los elefantes marinos pueden ser molestados por personas y perros. Si una madre se siente amenazada durante la lactancia, puede interrumpirla y alejarse, dejando al cachorro vulnerable y expuesto a la muerte.

En caso de que todo transcurra con normalidad, el cachorro descansará entre uno y tres meses antes de aventurarse al agua, un momento crítico que también puede ser fatal si es perturbado.

Para asegurar la supervivencia de la especie, la conducta humana es crucial. Los consejos incluyen:

Mantener alejadas a las mascotas.
Respetar su espacio.
No acercarse ni gritar.
No intentar mojar ni regresar a los elefantes marinos al mar.
No alimentarlos.

Fotos: gentileza María José Solis