Síndrome Urémico Hemolítico: la prevención está en los hábitos de higiene y en la cocción de los alimentos

Esta enfermedad tan grave en niños y adultos mayores puede evitarse con medidas de cuidado en la cocina y en el uso del agua.

Cada 19 de agosto se conmemora el Día del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad grave, a la que hay que tener presente, ya que la padecen los más chicos y, además de ser mortal, puede dejar secuelas de por vida. De igual modo, su transmisión está vinculada a los hábitos de higiene cotidianos y de preparación de alimentos, por lo que saber de qué se trata y conocer sus características es fundamental para prevenirla.

Tal como lo describe el Ministerio de Salud de la Nación, el SUH causa daño agudo de los riñones, asociado a alteraciones en las células de la sangre: trombocitopenia (reducción de plaquetas, necesarias para formar los coágulos) y anemia (causada por ruptura anormal de glóbulos rojos). Su agente patógeno es una bacteria, la Escherichia coli, que provoca una diarrea sanguinolenta que usualmente, se cura sola, pero que puede complicarse y desarrollar insuficiencia renal aguda en niños (SUH) y trastornos de coagulación en adultos, como la Púrpura Trombocitopénica Trombótica (PTT). La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquéllos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.

El SUH se transmite a través de los alimentos, el agua y de persona a persona por el contacto con las manos, ya que así se entra en contacto con la bacteria. Los síntomas que presenta son diarrea sanguinolenta, fiebre, vómitos, dolor abdominal, disminución de la cantidad de orina y decaimiento.

La Escherichia Coli, bacteria productora de toxina Shiga (STEC)se encuentra frecuentemente en la materia fecal de animales bovinos sanos (terneros y vacas), y también puede encontrarse en la de ovejas, cabras y ciervos. Los cerdos, aves, perros y gatos pueden excretarla menos frecuentemente.

La STEC llega a la superficie de las carnes por contaminación con materia fecal durante el proceso de faena o su posterior manipulación. Las carnes picadas son uno de los productos de mayor riesgo. Esto se debe a que, durante el picado, la bacteria pasa de la superficie de la carne al interior del producto, donde es más difícil que alcance la temperatura necesaria para eliminarla durante la cocción.

También, la STEC puede llegar a los alimentos a través de las manos no higienizadas cuando elaboramos o consumimos un alimento. Las manos pueden contaminarse cuando vamos al baño, cambiamos pañales o tocamos superficies u otro alimento contaminado. De manera similar, los utensilios pueden ser vehículo de STEC y contaminar alimentos.

¿Qué alimentos pueden estar contaminados?

Carne: La bacteria puede encontrarse en la superficie de la carne cruda y sus jugos, y de la carne picada y alimentos preparados con ella como hamburguesas, albóndigas, arrollados de carne, salame, y chorizos.

Frutas y verduras: Lechuga, repollo, espinacas, coles, brotes de soja y alfalfa y otros vegetales que se consumen crudos. Frutas sin lavar en especial las rastreras.

Leche sin pasteurizar y los productos lácteos elaborados a partir de ella, en especial los quesos blandos poco estacionados.

Alimentos cocidos y listos para consumir: La bacteria puede encontrarse en la superficie de cualquier alimento debido a su contaminación a través de las manos de quien lo prepara o consume, de utensilios o de alimentos crudos contaminados, es decir, por contaminación cruzada.

El agua utilizada para beber y cocinar puede estar contaminada cuando no proviene de una red y no recibe un tratamiento adecuado o las conexiones no son seguras.

Medidas de prevención

El Ministerio de Salud de la Nación propone una serie de recomendaciones para prevenir esta enfermedad, tan agresiva en niños y adultos mayores. La mayoría están vinculadas a los hábitos cotidianos de preparación de alimentos, por lo que es importante tenerlas en cuenta diariamente.

Cociná

Cociná completamente las carnes, especialmente las preparaciones con carne picada (hamburguesas, albóndigas, pastel de carne) Para saber cuándo la cocción es completa no deben observarse zonas rosadas en el interior y que los jugos deben ser claros. El color tiene que ser homogéneo, en especial en las preparaciones con carne picada.

Lavá

Lavate las manos con abundante agua segura y jabón:

-Antes, durante y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda).

-Antes de preparar mamaderas y al alimentar al bebé.

-Luego de ir al baño, acompañar al niño al baño y después de cambiar pañales.

-Después de jugar o trabajar con animales.

-Lavá cuidadosamente frutas y verduras.

-Lavá minuciosamente, hoja por hoja y bajo el chorro de agua segura los vegetales de hoja verde (lechuga, espinaca, repollo, puerro)

-Lavá minuciosamente las frutas que crecen en contacto con el suelo.

-Lavá las frutas, aunque luego vayas a pelarlas.

-Lavá las verduras trozadas en bandejitas antes de consumirlas, especialmente las que se comen crudas

-Lavá con abundante agua y detergente las tablas y utensilios que usaste para la carne cruda.

-Mantené limpios esponjas y trapos.

-Mantené las superficies limpias y desinfectadas.

Usá agua segura

Usá agua segura para beber y cocinar, lavar utensilios y recipientes utilizados en la preparación de alimentos. Si tenés dudas sobre la inocuidad del agua para beber, hervila durante 5 minutos o agregale dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Conservala en recipiente estéril, con tapa.

Separá

-Mantené las carnes crudas separadas de los alimentos cocidos y los listos para consumir.

-Al hacer las compras, separá la carne cruda del resto de los alimentos. Mantenela en bolsas herméticas, para evitar derrames de sus jugos.

En la heladera, guardá las carnes en recipientes herméticos en los estantes inferiores. Colocá los alimentos que ya están cocidos y los listos para consumir en los estantes superiores.

-Al preparar los alimentos, utilizá diferentes tablas para picar y cortar carnes crudas, verduras y alimentos listos para consumir.

-Al servir la comida, utilizá fuentes, platos y utensilios que estén limpios. No utilices los mismos que usaste para carne cruda o verduras sin lavar.

Mantené la cadena de frío

-Comprá alimentos en comercios que mantengan condiciones de higiene y que conserven los productos perecederos a temperaturas de refrigeración/congelación.

-Guardá rápidamente los alimentos perecederos en la heladera/freezer luego de su compra

-No descongeles a temperatura ambiente. Hacelo en la heladera o microondas.

-Mantené las viandas a temperatura de refrigeración hasta el momento de su consumo.

Otras prácticas seguras para cuidar a los niños

-Utilizá en sus comidas leche, quesos y jugos pasteurizados.

-No cambies el pañal del bebé en las superficies donde se preparan o consumen alimentos.

-Eliminá los pañales y excrementos humanos dentro de una bolsa cerrada, en un recipiente exclusivo. Es importante que los niños no tengan acceso al recipiente donde se desechan los pañales.

-No lleves a los niños a la guardería o jardín si tienen diarrea. Consultá al centro de salud y volvé a llevarlos al tener el alta.

-Evitá que niños con diarrea jueguen o se bañen en piletas con otros niños, aún con los pañales colocados.

-Asegurate de que los niños jueguen en piletas cloradas adecuadamente. Evitá que se bañen en zanjas o canales que puedan estar contaminados.

-Si concurrís a exposiciones que permiten el contacto directo del público con animales (tales como ferias ganaderas, exhibiciones agropecuarias y jardines zoológicos) lavales frecuentemente las manos y evitá que consuman alimentos durante el paseo.

-Si el niño tiene diarrea con sangre o cualquiera de los síntomas descritos, recordá consultar inmediatamente al centro de salud o al hospital.

-No deben usarse aguas residuales para regar los cultivos, bañarse, ni para dar de beber en el hogar y ni a los animales.