“Estas cifras demuestran que un consumidor podría pagar hasta más del doble por un producto idéntico, de la misma marca e igual presentación, de acuerdo al comercio al que concurra”, explicó el director del Observatorio, Gabriel Coronello Aldao.
Luego de que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informara que la inflación del mes de abril fue del 8,8%, el Observatorio Universitario de la Ciudad (UFASTA) presentó los resultados de su análisis sobre el comportamiento de los precios de 24 productos de los segmentos alimentos y bebidas, basado en un relevamiento realizado en supermercados, minimercados y despensas de Mar del Plata.
Como conclusión, se estableció que además de registrar una suba del 419,5% con respecto al año pasado, los artículos que componen esta canasta presentan en la actualidad una significativa disparidad de precios en distintos comercios y zonas de la ciudad.
De este modo, el estudio determinó que, en el marco de una persistente y elevada inflación, existe una marcada variabilidad en los valores de venta minorista.
Tal situación quedó evidenciada no sólo al evaluar los precios mínimos y máximos a los que son ofrecidos estos artículos en distintos comercios y barrios de la ciudad, sino también al determinar su coeficiente de variación, es decir, cuál es la diferencia que los precios presentan con respecto a sus valores promedio.
Así, se estableció que en esta oportunidad, los productos con mayores niveles de dispersión relativa fueron el tomate perita en lata (29,9%), el café (25,6%), el azúcar (20,1%) y la polenta (20%).
Por otro lado, los productos con menor dispersión relativa fueron el dulce de leche (10,4%), el arroz (10,4%), la leche entera (9,5%) y los fideos tallarín (8,8%).
“Estas cifras demuestran que un consumidor podría pagar hasta más del doble por un producto idéntico, de la misma marca e igual presentación, de acuerdo al comercio al que concurra”, explicó el director del Observatorio, Gabriel Coronello Aldao.
Tal y como lo vienen demostrando los estudios que el Observatorio realiza desde el año 2014 en relación a este tema, lejos de converger hacia un valor de referencia (una noción clásica de competencia perfecta), los precios de los productos relevados exhiben desde hace varios años y de manera continua una notoria disparidad.
Si bien este fenómeno puede atribuirse a múltiples factores, como la ubicación geográfica, el tipo de comercio, la clientela o los costos diferenciales de cada establecimiento, también existen razones para vincularlo con la inflación.
“Cuando los precios aumentan de manera constante y permanente se pierden las referencias. Esto afecta a los comerciantes, que enfrentan dificultades para definir precios de venta adecuados. Al mismo tiempo, los consumidores quedan desorientados, sin información suficiente para juzgar si los precios que encuentran son razonables o no”, explicó Coronello Aldao.
El estudio realizado por el Observatorio se llevó a cabo a fines del mes de abril durante una misma jornada, en 48 establecimientos comerciales de la ciudad, con el fin de registrar los precios de venta de 24 productos envasados, de marcas y presentaciones idénticas.
Por otra parte se determinó que la canasta relevada (la cual contiene arroz, aceite, leche, yogurt, gaseosa, cerveza, manteca, harina y salchichas, entre otros artículos) posee un valor promedio de $49.347, un mínimo de $33.006 y un máximo de $68.997.
Teniendo en cuenta que el mínimo surge de combinar los productos más baratos, se determinó que para adquirir esta canasta al menor precio posible un consumidor debería concurrir a 13 de los 48 comercios relevados, distribuidos en 6 zonas, para visitar 2 supermercados, 4 despensas y 7 minimercados.