Los datos fueron brindados por Guardaparques de la Dirección de Gestión Ambiental del EMSUR y refieren, en especial, a fuegos prendidos junto a árboles o ramas bajas. Para más información, los visitantes pueden acercarse a la Base de Guardaparques, ubicada sobre la mano izquierda del acceso principal frente a la Laguna.
En total, durante el verano se realizaron 108 intervenciones por fuegos encendidos en lugares inadecuados en la Reserva Laguna de los Padres. Así lo confirmaron desde el área de Guardaparques del Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR), quienes se encargan de informar a los visitantes sobre los riesgos de esta práctica así como de otras acciones que pueden afectar a la Reserva.
“El principal problema que tiene la Laguna es que la gente no la reconoce como una Reserva Natural, con características y reglas de convivencia propias que hay que respetar para no atentar contra la flora y fauna del lugar”, explicaron desde el Departamento de Recursos Naturales y Guardaparques del EMSUR, que preside Santiago Bonifatti.
“Todos los domingos, en la parte pública de la Reserva, tenemos un promedio de 240 fuegos en el piso”, expresaron los especialistas, y “entre ocho y diez intervenciones solicitando que alejen o apaguen las brasas, según el caso, ya que aún hay quienes encienden el fuego muy cerca de los árboles o, incluso, en huecos de los troncos con la excusa de tener reparo”, indicaron.
No obstante, destacaron que la situación mejoró de forma gradual, tras una campaña de concientización iniciada el año pasado que incorporó la colocación de carteles que desestiman el encendido de fuegos a menos de dos metros de los ejemplares y alertan sobre su peligrosidad.
“Cuando el fuego realmente está dañando el árbol y hay un daño para la propiedad pública, hacemos actas de constatación con derivación al Tribunal Municipal de Faltas”, subrayaron.
Prohibición de nado
Otro de los motivos de intervención, junto a la presencia de perros sueltos, es el ingreso al cuerpo de agua. Desde la Dirección de Gestión Ambiental, informaron que “cuando hace calor, algunas personas no preguntan y se meten a la Laguna para refrescarse aunque esté prohibido, excepto a practicar deportes, para lo cual hay áreas delimitadas”.
Según explicaron, son varios los riesgos a tener en cuenta: “existen puntos donde la laguna está profundizada para la pista de remo y llega a tener tres o cuatro metros de profundidad. A ello se suma que hay plantas acuáticas que al moverse para nadar, se te pueden enredar en los pies, inmovilizarte y generar tensión muscular con posibilidad de ahogo; y finalmente, hay un riesgo más cercano que es la falta de visibilidad que tiene el agua de la laguna”. Al no tener verse el fondo, existe el peligro de lastimarse con anzuelos y restos de pesca, latas oxidadas, clavos, entre otros elementos que quedan alojados en el suelo, concluyeron.
Para recibir información sobre qué se puede hacer en una Reserva Natural, los visitantes pueden acercarse, todos los días, a la Base de Guardaparques, ubicada sobre la mano izquierda del acceso principal frente a la Laguna.