Tras la manifestación de la CGT y otras asociaciones sindicales, políticas y sociales de este miércoles contra el DNU de Milei, la entidad definió sus próximos pasos a seguir tras el envío de la Ley ómnibus al Congreso.
El Comité Central Confederal (CCC) de la CGT sesiona y se confirmó un paro nacional con movilización para el 24 de enero en repudio al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que entra en vigencia este viernes. El 10 de enero habrá un plenario de delegaciones regionales.
El encuentro se realiza para analizar la instrumentación de un plan gradual de lucha gremial, en rechazo al Decreto de desregulación económica enviado por el Gobierno al Congreso.
La decisión de efectuar el paro se encontraba en duda tras las declaraciones de Pablo Moyano, líder de Camioneros, el cual advirtió antes de la reunión que «no sería conveniente en enero y febrero» porque los trabajadores estaban de vacaciones.
La movilización del 24 de enero sería a la plaza del Congreso a las 12 horas como ocurrió la marcha del miércoles, la cual mostró el rechazo de la central obrera al decreto de Javier Milei.
Los voceros gremiales señalaron ayer a Télam que «la idea de la mayoría de los dirigentes y organizaciones es aprobar la instrumentación de un plan de lucha gradual«, y descartarían por el momento la convocatoria a una huelga general nacional.
«La idea sería que el Confederal apruebe la aplicación de un plan de lucha gradual y articular de forma paralela con todos los bloques políticos con representación parlamentaria una estrategia para voltear el DNU», dijeron.
La central obrera ya mantuvo en ese sentido encuentros con los diputados nacionales del peronismo la semana anterior y con el bloque de senadores, aunque los voceros gremiales adelantaron que «la CGT también operará con otros bloques políticos».