La causa investiga la falsificación de documentación vinculada a giros anticipados de bienes de capital que derivó en un fraude aproximado de US$ 5,5 millones.
La Justicia Federal dispuso de 23 allanamientos en el marco de una causa por fuga de divisas presentada por la Dirección General de Aduanas, en la que se denuncia la falsificación de documentación vinculada a giros anticipados de bienes de capital que derivó en un fraude aproximado de US$ 5,5 millones. Hubo dos detenciones.
El titular de la Aduana, Guillermo Michel, junto al Comisario General a cargo de Delitos Federales, Carlos Ñamandú, dieron una breve conferencia de prensa. Michel detalló: “Este procedimiento se llevó adelante por una denuncia de la Aduana con la intervención del Juzgado Penal Económico número 9, a cargo de Javier López Biscayart, bajo la subrogación del juez Marcelo Aguinsky”.
Explicó que se detectaron “falsos importadores con carpetas truchas, que falsificaban la documentación bajo la modalidad SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones)”. “Tenemos detenido al cabecilla de la banda, un contador de Mar del Plata, y a un empleado infiel de un banco, que ofrecían servicios para que estas empresas truchas abran cuentas en Miami, sin registros de importación alguna”, añadió el Director General de Aduanas.
Por su parte, el comisario Ñamandú dijo que la investigación se inició hace “seis meses y del estudio surgieron 23 allanamientos, que están en pleno curso en este momento”. “Las órdenes de presentación involucran también a distintas entidades financieras y como en todo delito económico se secuestra la documentación para hacer el hilo del dinero”.
El personal aduanero ingresó a las sucursales de BBVA Argentina, Galicia y Supervielle. Además, también concurrieron a otras entidades públicas. El jefe policial acotó que en uno de los allanamientos, en la ciudad bonaerense de San Miguel, se secuestraron “cinco armas”.
De las cinco empresas que habrían participado del ilícito, solo una estaba registrada como exportadora y tenia la capacidad económica para importar. Las otras cuatro simplemente eran carpetas sin actividad económica.
De acuerdo las fuentes, personas físicas y sociedades se habrían encargado de burlar el sistema de autorización de importaciones para la compra de dólar oficial para luego girarlos al exterior. Adulterando las SIMIs, ofrecían sus servicios a empresas truchas.
De esta manera, esas compañías se hicieron de US$ 5,5 millones en cuentas en Miami, Estados Unidos, sin importar nada.