Este 14 de febrero, Microsoft realizó unas de sus actualizaciones más crueles al desactivar por completo Internet Explorer para Windows 10, terminando así con el servicio tras más de 28 años.
La actualización del martes eliminó completamente la versión de Internet Explorer 11, pasando por obligatoriedad a todos los usuarios a Microsoft Edge.
Los usuarios de Windows 10 (los del 11 ya no tienen rastro de Internet Explorer) ahora navegarán de manera predeterminada por Edge.
Los íconos y más símbolos visuales del navegador, eso sí, aún seguirán presentes hasta su eliminación final en junio de este año.
Ahora, todos los accesos directos de Internet Explorer enviarán directamente a Microsoft Edge. También, los datos de navegación automáticamente se trasladarán a este navegador para que no haya problemas en la continuidad de los usuarios en su navegación.
Como bien señala el portal El Español, una vez que se aplique la actualización, los usuarios ya no podrán revertir tal cambio a menos que reinstalen completamente el sistema operativo para así bloquear la actualización que desactiva el navegador.
Internet Explorer fue lanzado en 1995, hasta 28 años. Sin embargo, pese a su longevidad, Microsoft ha decidido apoyar de manera principal a Edge, un servicio que ha ido ganando adeptos en los últimos años gracias a su fluidez y estabilidad. Su cierre ha sido paulatino desde anuncio.