La ciudad vive una crisis desde hace años en el transporte. Los perjudicados siempre son los vecinos. Mientras tanto las aplicaciones ganan terreno y hacen su negocio.
A “río revuelto ganancia de pescadores” dice el dicho, y se cumple a la perfección en Mar del Plata. Los trabajadores de taxis y remises protestan fuertemente ante el Ejecutivo municipal por la llegada de aplicaciones como Uber y Cabify. Estas manifestaciones en diferentes puntos de una ciudad colmada de turistas no hacen mas generar una efervescencia peligrosa en los ciudadanos.
¿No es contraproducente realizar una medida de fuerza de esta magnitud en plena temporada, sabiendo que las apps funcionan con normalidad? ¿No es ponerse también a la gente en contra? Hoy el avance de este tipo de plataformas parece inevitable, teniendo como ejemplo diferentes ciudades del país y el mundo en donde ya trabajan sin problemas. Forman parte de un cambio laboral en donde pareciera que todos debemos adaptarnos.
Hay que decir que desde Uber por ejemplo destacaron que la aplicación “tuvo un crecimiento importante en Mar del Plata”, no solo con usuarios sino también con choferes. “Había más y le dedicaban más horas”, confiaron.
Por su parte, Pablo Sánchez, presidente de la Sociedad de Conductores de Taxis aseguró “El gobierno municipal se había comprometido que no iba a permitir que desembarquen estas aplicaciones que son una plaga porque destrozan el trabajo y el mercado”.
Mientras tanto, funcionarios del gobierno municipal y concejales de otros bloques están mas interesados en la foto para las “redes sociales” que en los verdaderos problemas que la ciudad turística mas importante del país padece hace décadas. ¿Qué hicieron durante estos años para mejorar el servicio público? Sinceramente, nada. Solamente atacarse verbalmente y twitear para la tribuna.
“Entiendo que cada grupo y organización tiene derecho a manifestarse a través de todas las reglamentaciones que hacen a la democracia. De mi pensar y sentir creo que se están equivocando, porque considero que esta ciudad es muy grande y compleja. No están pudiendo abastecer la demanda del ciudadano marplatense y del turismo”, indicó Angélica González, edil de la Coalición Cívica.
Es hora de que los marplatenses tengamos un transporte eficiente y de calidad sin grupos de patoteros que destratan a los usuarios y los trasladan como un rebaño de vacas al matadero. Y con dirigentes que estén a la altura de las circunstancias.