Agentes de seguridad desplegaron un operativo para evitar inconvenientes. Referentes del trabajo sexual indicaron “nos dejaron solas”.
Un grupo de trabajadoras sexuales llegó hasta la zona del macrocentro en donde trabajaban habitualmente para protestar, “a caminar porque no es delito”, y se encontraron con agentes municipales y policías en operativos para evitar que se volvieran a instalar allí.
También con vecinos, que salieron a apoyar la decisión que a mediados de año tomó la administración del intendente Guillermo Montenegro. Estuvieron en la zonas de las avenidas Luro y Champagnat y de la vieja terminal de ómnibus. Hubo cruces, cierta tensión, pero no hubo mayores inconvenientes.
Para la municipalidad, la primera noche de zona roja regulada, “fue positiva” porque “no hubo denuncias de oferta de sexo frente a la puerta de las casas de los vecinos y en los operativos de prevención no vimos a nadie desarrollando la actividad”, explicó el secretario de seguridad de la comuna, Martín Ferlauto.
La ordenanza aprobada a fines de junio dispone que las personas que resistan la nueva normativa pueden ser arrestadas hasta 30 días, y multadas -según disponga un juez de faltas- hasta los 860 mil pesos. El piso de las multas ya es elevado: 170 mil pesos.
Anoche, no fue nadie. “No abrimos esa zona para que se llene de gente ofreciendo sexo, la abrimos para que tengan un lugar para ir y, si quieren realizar la actividad, que no sea frente a la casa de vecinos”, sostuvo Ferlauto.
Dijo además el funcionario que “todas las noches se va a trabajar con operativos de prevención y atentos a las denuncias a la línea de WhatsApp”.
Las prostitutas dijeron que saben que en estos primeros días no habrá detenciones, pero temen por las multas y la acción policial: “La policía tiene mucho más poder que antes”, dijo Victoria Disalvo, referente de la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual.
Se quejó Disalvo porque en la primera noche “nos dejaron solas”. Dijo que “no hubo nadie del Ministerio de Género, de la Nación o Provincia, nadie de Derechos Humanos, ni de Desarrollo Social. Tampoco nos acompañó el feminismo, que es abolicionista, pero no estuvo. Nos han ignorado completamente. Solo estábamos las prostitutas y la Policía”.