Se estudia un nuevo incremento en el boleto de colectivos en la ciudad. Mientras tanto los concejales hacen la plancha y el usuario paga los platos rotos mientras padece un servicio pésimo.

Pasan los años, las administraciones, pero los problemas siguen sin resolverse en Mar del Plata. ¿En algún momento los dirigentes se pondrán a trabajar en los temas que realmente le interesan a la gente, o seguirán haciendo la plancha hasta cumplir el mandato?.
La realidad demuestra que el gobierno de Montenegro aumentó un 300% el boleto del colectivo desde que comenzó la gestión y lejos de mejorar, el servicio es cada vez peor. Frecuencias que no se respetan, pocas garitas, unidades sucias, aplicación que no funciona y algo mucho peor… la falta de respeto al usuario.
Ahora en 2022, el oficialismo se pone el traje de la “solidaridad” y sólo pretende aumentar la tarifa un 24,1% lo que dejaría un boleto a $74.38, $17.5 menos de lo que indicaría el estudio de costos y de lo que piden los empresarios.
Por otra parte, los ediles de los bloques opositores no muestran interés en terminar con esta cuestión. Critican mucho y levantan la voz en el Concejo Deliberante pero poco proponen para mejorar la calidad de vida de los vecinos que esperan horas para tomar un micro.
La situación crítica del transporte, agravada en parte por la pandemia, cuenta también con el protagonismo inescrupuloso del sector empresario que infla sus bolsillos de dinero y aporta en campañas electorales para tener maniatados a los funcionarios.
La ciudad no tiene recorrido ni rumbo. Será momento que los usuarios decidamos como viajar y como trasladarnos.