Con sólo seis jugadores disponibles, el equipo marplatense consiguió su sexta victoria consecutiva tras vencer a Riachuelo de La Rioja por 92 a 80 en el Estadio Polideportivo, por la fecha 14 de la Liga Nacional de Básquetbol.
Con sabor a épica, Peñarol arrancó el año de la misma manera que cerró el anterior, o sea, con un triunfo que le permite acumular seis al hilo y asomarse a los primeros puestos de la Liga Nacional de Básquetbol, con récord de 9-5.
De esas victorias que quedarán para el recuerdo, por el contexto, por como se dieron las cosas, por la entrega del equipo, por el trabajo minucioso del entrenador Leandro Ramella, quie tuvo que cuidar detalles, ahorrar energías, faltas y hacer el único cambio disponible en los momentos indicados.
Y lo que más llamó la atención fue que el mejor momento del partido para el conjunto marplatense fue en el último parcial, cuando se suponía que por el desgaste y la acumulación de infracciones todo iba a ser más complicado y la chance de que el juego lo cierren los juveniles era una posibilidad concreta.
Pero nada de eso hizo falta para vencer a Riachuelo de La Rioja por 92 a 80 en el Estadio Polideportivo “Islas Malvinas”, donde no pudieron estar por ser covid positivo el extranjero Al Tornthon, Joaquín Cabrera, Lucas Gorosterrazú e Ignacio Bondarek, más las ausencias de Nicolás Franco, quien padece una gastroenteritis, y el lesionado Federico Marín, con rotura parcial de un ligamento de su rodilla.
En tanto que el visitante no pudo contar con el ex campeón “Milrayitas” Martín Leiva, a quien también le dio positivo su testo previo. Mientras que hizo su presentación el marplatense, también consagrado en Peñarol, Selem Safar, de buena tarea en la primera mitad.
De hecho, el partido comenzó con la máxima de los riojanos, que se pusieron 10 a 2 en los primeros minutos ante una pasividad extraña en el local. Pero de a poco, con los retos del entrenador, Peñarol se despertó y con un buen trabajo defensivo empezó a emparejar el juego y el resultado, que terminó igualado en 20 en el cuarto inicial.
En el segundo, los dirigidos por Leandro Ramella tuvieron buenos momentos, pero a fuerza de triples de Safar y Gerlero, Riachuelo se mantuvo en partido y llegaron al descanso largo 45 a 43 en favor del dueño de casa. Con la particularidad que el encuentro estuvo detenido varios minutos a 4.33 del cierre por una falla técnica en uno de los relojes de 24 segundos.
Con una tarea de hormiga y a la vista del gran esfuerzo que hacía el “Milrayitas”, alcanzó la máxima de 8 puntos, con un 75 a 67 del que había que aferrarse pero falta mucho. De hecho, Tevin Glass, de gran aporte defensivo con rebotes importantes, tuvo que salir cuando promediaba el tercer período para cuidarlo porque acumuló cuatro faltas.
En consecuencia, Peñarol jugó desde ahí y hasta el último minuto del partido, cuando Lockett salió penalizado por infracciones, con el mismo quiniento. Sin embargo, eso no fue impedimento para que Peñaril logre una valiosísima victoria, la sexta consecutiva, y con una diferencia que terminó siendo la máxima del juego, por 92 a 80 para quedar con récord de nueve triunfos y cinco derrotas en los 14 partidos disputados.
Si hay que elegir una figura, sería injusto. Aplausos de pie para Sansimoni, Valinotti, Monacchi, Glass, Lockett y Buemo, quienes de la mano de Ramella alcanzaron una hazaña que se recordará durante mucho tiempo. Veremos cómo llega el equipo al domingo, cuando recita en el Polideportivo a Olímpico de La Banda desde las 21.
Resumen:
Peñarol 92: Bruno Sansimoni 21, Carlos Buemo 11, Tomás Monacchi 16, Phillip Lockett 13 y Tevin Glass 16 (FI); Joaquín Valinotti 15. DT: Leandro Ramella.
Riachuelo (LR) 80: Nicolás Paletta 17, Selem Safar 17, Miguel Gerlero 16, Pablo Espinoza 7 e Ignacio Alessio 12 (FI); Juan Pablo Corbalan 5, Lucas Gallardo 0 y Rodrigo Sánchez 6. DT: Daniel Farabello.
Parciales: 20-20 / 45-43 / 60-59
Árbitros: Pablo Estévez, Rodrigo Castillo y Franco Anselmo.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.