El piloto británico logró el triunfo en el Gran Premio de Nürburgring y alcanzó el récord del piloto alemán, de 91 cruces de meta en el primer lugar. Ahora, va por la otra gran marca de “Schumi”: el séptimo título.
El momento más emotivo del fin de semana ocurrió en Nürburgring, donde Lewis Hamilton concretó su victoria N° 91 en la Fórmula 1, con la que igualó una de las legendarias marcas de Michael Schumacher. El británico, séxtuple campeón y que va en busca de la séptima consagración en este 2020 para alcanzar el otro récord del alemán, estaba procesando su alegría y respondiendo preguntas en la habitual rueda de prensa con los pilotos que ocupan el podio cuando de pronto vivió una experiencia que recordará de por vida.
“Mira a tu izquierda”, le dijeron. Giró y por allí apareció Mick Schumacher, hijo de Michael, y tras felicitarlo por el récord que acababa de conseguir, le regaló un casco de los que usaba su padre en los tiempos de gloria en la Fórmula 1. “Enhorabuena, este es un récord de todos y me siento muy honrado”, le dijo Mick al britanico. El gesto fue acompañado de un saludo entre ambos y Hamilton no pudo contener la emoción.
El número de 91 victorias, un sello que el Káiser impuso en el Gran Premio de China 2006 -medio centenar más que las que logró Ayrton Senna y 40 más que las que celebró Alain Prost-, una cifra impactante que ahora es compartida y que el piloto de Stevenage intentará pulverizar en el actual curso, al que le restan seis carreras. Desde la próxima cita, en Portugal -el 25 de octubre- y hasta el final, además de sumar más triunfos que nadie, Hamilton proyectará ceñirse la séptima corona, otro registro que gravó Schumacher.
Schumacher no era parte de la grilla cuando Hamilton hizo su estreno en la F.1, en el GP de Australia 2007. El alemán terminaba de cerrar su exitoso ciclo con Ferrari, de 11 temporadas y cinco coronas, y ensayaba el primer retiro del Gran Circo. Para cuando regresó, en 2010, el británico ya tenía su primer título -en 2008, lo que le valió proclamarse como el campeón más joven de la historia, un récord que le quitó Sebastian Vettel dos años más tarde- y 11 victorias. Nunca compartieron un podio, porque Schumacher solo hizo uno en los tres años en Mercedes -GP de Europa 2012, en Valencia-, carrera en la que Hamilton abandonó por un accidente.
La salida del Káiser le dio la butaca a Hamilton, que entonces inició la secuencia demoledora de victorias y títulos. El británico arribó con 21 triunfos desde McLaren y aunque en su primer año en Mercedes apenas logró imponerse en el Gran Premio de Hungría -su preferido, ganó en ocho oportunidades-, en la siguiente temporada dio comienzo al ciclo más exitoso de la historia de la F.1
En 2015, Hamilton emparejó los tres campeonatos de Senna; en 2017, los cuatro de Prost y de Vettel; al año siguiente, los cinco de Juan Manuel Fangio y en la temporada pasada marcó la séxtuple corona. Pero en el recorrido también derribó otras marcas que eran propiedad de Schumacher: en el Gran Premio de Italia 2017 superó las 68 poles -con la de Sochi suma 96-; en el GP de España de este calendario batió los 155 podios (160) y en el GP de Bélgica 2020 pasó a liderar el rubro de piloto con más kilómetros como puntero, ahora la marca es de 24.797 contra los 24.148 del Káiser. Entre las estadísticas más salientes que posiblemente no llegue a romper está la de las vueltas rápidas, donde el alemán impuso 77 y el británico acumula 51.
FUENTE: Diario “La Nación”