Diferentes organizaciones marcharon este viernes por las calles de la ciudad y en distintos puntos del país para manifestarse ante la instalación de plataformas petroleras frente a las costas bonaerenses.
Desde la Asamblea por un MAR LIBRE de petroleras convocaron a una nueva jornada de lucha plurinacional realizada en distintos puntos del país, y que en esta ocasión además tuvo carácter global.
En Mar del Plata, la concentración tuvo lugar en la Plaza seca de la Rambla Casino, para luego marchar a hasta el municipio.
Asambleas, colectivos y organizaciones de Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay, Colombia, Sudáfrica, Nigeria, Egipto, España, Portugal, Serbia, Ucrania, Países Bajos, Alemania, Noruega, Dinamarca, Reino Unido y Estados Unidos nos hermanamos en este OCEANAZO, porque el mar conecta a las comunidades que resisten. Somos una marea que crece y se expande con fuerza por el planeta. Hoy salimos a las calles en todo el mundo para decir ¡Si contamina, no es desarrollo! ¡Basta de extractivismo!, indicaron desde la organización.
“Nos expresamos contra la voracidad energética de este sistema, que ubica nuevamente a nuestra región como proveedora de “recursos” estratégicos para sostener la rueda capitalista, afianzando así un esquema colonial de desigualdad. Contra las multinacionales saqueadoras que en alianza con empresarios locales y el Estado exportan riqueza mientras nos dejan contaminación, enfermedades y pobreza”, remarcaron.
Además, los ambientalistas se mostraron en contra del acuerdo del gobierno con el Fondo, “rechazamos todo tipo de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, porque es la base del sometimiento y el despojo de nuestros territorios. No permitiremos que paguen la ilegítima deuda externa con la destrucción del mar y su ecosistema”.
Por su parte, desde “Mar Libre” comentaron que ” enlas últimas semanas, luego de la multitudinaria marcha del ATLANTICAZO el 4 de enero, hemos sido testigos de una intensa campaña por parte de funcionarios gubernamentales y de pequeños sectores científicos afines a la corporación petrolera, que
se expresan a favor de estas políticas de entrega e intentan ningunear nuestro reclamo y nuestra lucha. Afirman que la actividad petrolera offshore no causará ningún daño al mar y a la comunidad, pero son innumerables los ejemplos de las terribles consecuencias que provoca el negocio petrolero en los ecosistemas y los territorios. Los recientes derrames en Perú, Ecuador y Tailandia son una muestra más que clara del futuro mal desarrollo que nos espera si permitimos que avance la instalación de la industria petrolera en nuestras costas”.