Un día como hoy, pero de 1960, nacía Diego Armando Maradona. A casi cinco años de su partida, Maradona sigue siendo un punto de referencia para generaciones de futbolistas y fanáticos. Hoy cumpliría un año más, en todo el país le brindarán distintos homenajes.

Diego Armando Maradona es más que una persona que supo manejar la pelota como pocos, fue un ídolo tanto dentro como fuera de la cancha. Creador de frases increíbles y jugadas mágicas, logró trascender el deporte y convertirse en el argentino más importante de todos los tiempos.
Una persona que pasó del barro al oro y que vivió mil vidas en una sola. Sin embargo, su último deseo no pudo cumplirse: festejar su cumpleaños de 2020 rodeado de sus hijos. Aquella fecha terminó siendo uno de los días más tristes.
El fútbol entró en su vida a los nueve años, tras destacarse en el potrero, ingresó a las divisiones inferiores de Argentinos Juniors, en la mítica categoría apodada “Los Cebollitas”. Pronto, su habilidad con la pelota llamó la atención de los medios, que lo presentaron por primera vez como «Diego Caradona», en un error verdaderamente irrepetible.

Debutó en la Primera División de Argentinos con apenas 15 años. Muchos sostienen que no hubo mejor Maradona que el Maradona de Argentinos Juniors., donde fue varias veces goleador del torneo y logró el mejor registro goleador de su carrera. En 1979, se consagró campeón del Mundial Sub-20 en Japón, un hito inédito para la categoría, y más tarde obtuvo su primer título en clubes con Boca Juniors.
Tras dos temporadas en el Xeneize, fue transferido al Barcelona por 7,2 millones de euros, cifra récord en aquel momento. En España, sufrió una hepatitis y una fractura de tobillo, pero lo que precipitó su salida fue una suspensión al protagonizar una violenta pelea luego de perder una final.
En Nápoles nació el mito. Maradona revolucionó el fútbol italiano y, en siete años, condujo al club a conquistar cinco títulos. El Napoli, que jamás había ganado un Scudetto, se alzó con dos bajo su liderazgo, transformando para siempre su historia.

Su leyenda definitiva se forjó en el Mundial de México 1986, cuando cumplió su sueño y el de toda una nación consagrándose Campeón del Mundo con la Albiceleste. Participó en 12 de los 14 goles que marcó la Selección Argentina en el torneo y convirtió 4 de los 7 en la fase eliminatoria.
Dos de esos tantos los anotó el 22 de junio en el Estadio Azteca, frente a Inglaterra por los cuartos de final. La «Mano de Dios» marcó un antes y un después en la historia argentina, trascendiendo lo deportivo en un país aún conmovido por la Guerra de Malvinas, y se convirtió en un símbolo de ínfima “revancha”. Enseguida llegó el llamado «Gol del Siglo», eterno e inolvidable, considerado el mejor gol en la historia de los Mundiales.
En 1991, mientras aún defendía la camiseta del Napoli, recibió una sanción de 15 meses por parte de la FIFA tras dar positivo en una prueba de dopaje por consumo de cocaína.
Tras ese parate, jugó una temporada en el Sevilla, tuvo un breve paso por Newell’s Old Boys y regresó a la Selección Argentina para disputar su último Mundial, en 1994. Tras la victoria sobre Nigeria en Estados Unidos, fue retirado del campo por Sue Carpenter, quien en realidad no era enfermera. El control antidopaje arrojó positivo en cinco derivados de efedrina, droga legal en el deporte local, y la FIFA lo suspendió nuevamente por quince meses.
Durante esa última sanción, ejerció como director técnico de Racing y Deportivo Mandiyú. Volvió a las canchas en 1995 para vestir otra vez la camiseta de Boca, pero su adicción le impidió mantenerse activo y debió interrumpir nuevamente su carrera.
En 1997, realizó su última vuelta a Boca, se despidió dentro del campo y, tras un nuevo test positivo y una suspensión impuesta por la AFA que nunca se aplicó, anunció el fin de su trayectoria el día en que cumplió 37 años.

A partir de entonces comenzó la montaña rusa. Se desempeñó como comentarista, entabló una estrecha relación con líderes mundiales como Fidel Castro, fue dado por muerto en televisión, ocupó cargos directivos en Boca Juniors, dirigió a la Selección Argentina en un Mundial, actuó como embajador deportivo, entrenó en los Emiratos Árabes y en México, y presidió un club en Bielorrusia.
En 2019, regresó al país para asumir como técnico de Gimnasia de La Plata, y la suspensión de la actividad por la pandemia de coronavirus terminó por contribuir a que el equipo se salvara del descenso. Su cumpleaños número 60 se convirtió en una de las jornadas más tristes, y su última aparición en público, con un Maradona visiblemente deteriorado que obligó a muchos a dejar de mirar hacia otro lado.
Falleció el 25 de noviembre de 2020 a causa de un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada”. Su legado trasciende tiempo y espacio, incluso a la mismísima pelota, siendo parte fundamental, y hasta necesaria, en la vida de millones./442.perfil.