Baja de aranceles a la ropa importada: “Es desleal y perjudica a la industria”

La Cámara Textil de Mar del Plata cuestionó la medida del Gobierno nacional y alertó sobre su impacto en la producción local. “Nos defrauda”, expresó su presidente, Guillermo Fasano.

La decisión del ministro de Economía, Luis Caputo, de reducir los aranceles a la importación de ropa, calzado y textiles generó un fuerte rechazo en el sector productivo local. En una conferencia de prensa realizada este lunes, la Cámara Textil de Mar del Plata expresó su descontento y advirtió que la medida no traerá la baja de precios que promete el Gobierno.

«Es una decisión errada que nos deja en una situación de competencia desleal», manifestó Guillermo Fasano, presidente de la entidad, durante el encuentro con la prensa. La Cámara ya había emitido un comunicado el fin de semana cuestionando la iniciativa oficial y, en esta ocasión, profundizó su postura.

El anuncio del Ministerio de Economía establece una reducción de los aranceles: la indumentaria y el calzado pasarán de tributar un 35% a un 20%, las telas bajarán del 26% al 18% y los hilados tendrán una reducción de entre dos y seis puntos porcentuales, según el tipo de material. Según Caputo, el objetivo es fomentar la competencia y abaratar los precios en el mercado interno.

Sin embargo, Fasano desestimó ese argumento. «Los costos de la ropa no van a disminuir con esta medida. Lo que sí va a suceder es que la industria textil nacional se verá aún más golpeada, mientras que los productores del exterior se beneficiarán con un acceso más barato al mercado argentino», advirtió.

El dirigente también apuntó contra la política económica del Gobierno y recordó que desde el sector venían reclamando una reducción de la carga impositiva sobre la producción nacional. «Este gobierno trabajó con la promesa de bajar impuestos, pero en lugar de aliviar a la industria local, favorece a la extranjera. Nos defrauda», subrayó.

La Cámara Textil marplatense núcleo de un amplio sector de la producción local, que enfrenta una situación compleja por el aumento de costos y la caída del consumo. La baja de aranceles, aseguraron, podría generar pérdidas de empleo y el cierre de pequeños talleres, profundizando la crisis del rubro.