La CGT cada vez más lejos del Gobierno nacional


La Central de Trabajadores decidió unificar posiciones y endurecer la postura ante la Casa Rosada. Enojo por la restitución de Ganancias y convocatoria a las regionales para elaborar un plan lucha.

Buenos Aires.- Al parecer la CGT logró unificar la posición contra el Gobierno nacional, acercando posturas entre los sectores más dialoguistas y los más confrontativos.

Pero la intensidad de las quejas contra la política económica y social del presidente Javier Milei y su decisión de dar por tierra con los reclamos que la mesa chica cegetista le llevó al secretario de Trabajo, Julio Cordero, (antes de la reglamentación de la restauración del Impuesto a las Ganancias), terminó por unificar opiniones y la decisión de endurecer la postura ante la Casa Rosada. Por lo tanto, la central obrera definió que no participará del “diálogo social” que promueve el Gobierno junto a empresarios para profundizar una reforma laboral que quite más derechos a los trabajadores. Frente a esto, van a volver a las calles: la CGT se comprometió a jugar un papel “muy activo” en la marcha del 7 de Agosto por San Cayetano junto a los movimientos sociales donde se desempolvará la consigna por “Paz, Pan y Trabajo”. También será parte de la Marcha de las Antorchas de este viernes para recordar la muerte de María Eva Duarte de Perón desde la sede de Azopardo hasta la Catedral Metropolitana –en medio de reproches a la dirigencia del PJ–, mientras que en el plano sindical se convocará a un plenario de regionales de la CGT para definir un nuevo plan de lucha.

Unánime

La decisión fue unánime y avalada por los integrantes del triunvirato que conduce la CGT: Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (Estaciones de Servicios) y Pablo Moyano (Camioneros). Las intervenciones de los representantes de los distintos gremios sobre los despidos, suspensiones y salarios a la baja, además de crítica situación de las obras sociales, en cada una de sus actividades fueron determinantes para endurecer la postura frente al Gobierno.

Una bandera que enarbolaba Pablo Moyano, junto a los gremios del Frente Gremial, la Corriente Federal que encabeza el bancario Sergio Palazzo y numerosos sindicatos industriales y de servicios. “Prometen pero no cumplen con nada”, fue unas de las frases que pronunció el camionero dirigidas a quienes apostaron al diálogo con el Gobierno durante la reunión del Consejo Directivo.

Quienes se habían inclinado por abrir una tregua y una negociación con el Ejecutivo para intentar morigerar las consecuencias de la Ley Bases y su reforma laboral, así como el paquete fiscal y la restitución de Ganancias a los trabajadores, quedaron sin argumentos y dejaron trascender su bronca por las decisiones del Gobierno.

La gota que rebalsó el vaso para los dialoguistas fue el tema ganancias. La delegación cegetista le llevó al encuentro por el “diálogo social” convocado por Cordero una serie de propuestas: elevar el piso para los mínimos no imponibles y quitar del tributo las horas extras, viáticos y aguinaldo, entre otros. El secretario de Trabajo les había prometido una respuesta favorable, y quienes participaron de la reunión afirmaron que Cordero ni siquiera estaba al tanto que el decreto regulatorio estaba por salir en el boletín oficial. La resolución no incluyó ninguna de las demandas que propusieron los dirigentes sindicales y la bronca no tardó en estallar.

También se manifestaron molestos por la falta de respuesta a los reclamos por las obras sociales sindicales y porque desde el Gobierno no dejan de dar muestras de “crueldad con los trabajadores y trabajadoras”. Sobre este último punto José Luis Lingeri, trabajadores de obras sanitarias, fue el encargado de brindar un detallado informe y expresar la preocupación por los recortes del Estado Nacional en salud y el desfinanciamiento de las obras sociales.

Unidad

Con las cartas sobre la mesa, el Consejo Directivo de la CGT definió que los próximos pasos de la central serán de exhibir una postura más dura frente a Gobierno que “ningunea” y “agravia permanentemente a los trabajadores”.

Todos coincidieron en la necesidad de preservar la unidad de la CGT. Daer tuvo una perspicaz frase sobre las divisiones en la conducción: “Estos tres giles hablan todo el día”, dijo en referencia a él, Moyano y Acuña. Un llamado a debatir puertas adentro de la central sindical.

Tampoco faltaron los cuestionamientos y reproches en referencia a la carencia de una conducción en el peronismo. “Políticamente estamos solos”, fue una de las conclusiones sobre el papel que debe jugar la central sindical y que resonó ayer en el cuarto piso del histórico edificio de la CGT.

No es la primera vez que esta queja se escucha en esos pasillos. Los dirigentes sindicales vienen cuestionando la ausencia de un liderazgo político, específicamente en el peronismo. Son pocos los que se referencian en Cristina Kirchner. Hay otros, cada vez más que prefieren a Axel Kicillof, pero todos le reclaman al gobernador bonaerense que defina sus aspiraciones políticas.

Fuente: Página 12