Los trabajadores de la “Feria Social y Cultural Mitre” describieron la complejidad de “desmontar los puestos diariamente”, tal como les exige la nueva ordenanza. Además, afirmaron que “muchos artesanos quedaron excluidos”.
Los trabajadores de la “Feria Social y Cultural Mitre” aseguraron que no pueden trabajar por las regulaciones municipales y describieron la complejidad de “desmontar los puestos diariamente”, tal como les exige la nueva ordenanza. Además, afirmaron que “muchos artesanos quedaron excluidos”.
La mencionada feria se levantaba en Mitre entre avenida Luro y San Martín. A través de un comunicado, con el que intentan “visibilizar la situación laboral a partir de abril pasado”, los feriantes denunciaron que en esa fecha los puestos de trabajo “fueron desmontados por el Ejecutivo” de manera “forzosa, descuidada y sin previo aviso”.
A pesar de “gestionar una serie de reuniones con la directora general de Ferias, Selena Marinelli, y su equipo para reanudar la actividad”, los feriantes aseguraron que la funcionaria “desconocía el acuerdo al que habían arribado, grabado incluso el día de la sesión, donde se aprobó la ordenanza vigente”.
En este acuerdo, los feriantes se comprometían a modificar las estructuras, “tornándolas desmontables, asumiendo los gastos y teniendo como plazo un año desde el momento en que se renovó la ordenanza”. “Los puestos desmontables fueron visados por todos los integrantes de los bloques y aprobados por (el ex secretario de Cultura) Carlos Balmaceda, sin que esto quede asentado en el expediente de la feria”, agregaron.
Aunque los feriantes recordaron los cambios a los que accedieron, como “dejar el espacio público libre fuera de los momentos de venta y a coordinar el diseño de un nuevo puesto que resulte estético y amigable con el medio ambiente”, ahora sostuvieron: “Nos encontramos sin poder ‘feriar’ con las estructuras con las que hemos trabajado durante veinte años”. Y agregaron: “El Ejecutivo nos exige el armado y desarmado diario sin considerar que tenemos un alto porcentaje de personas mayores o con dificultades de salud que no pueden trasladar, armar y desarmar sus puestos cotidianamente”.
También especificaron que la actividad laboral se extiende “durante extensas jornadas” y por eso consideraron “absurdo pretender que liberemos el espacio público solo durante la noche”, ya que en muchos casos “los talleres se encuentran en los puestos, por lo que no podríamos trasladarlos diariamente”.
“La nuestra es una feria que nació de la lucha por la supervivencia en tiempos de crisis y con espíritu solidario. Nunca fue excluyente la falta de medio de transporte propio o la posesión de un puesto individual (estructura de metal) para la participación de cualquier compañero. Quebrantaría la posibilidad de trabajo y excluiría a una gran cantidad de trabajadores si se sostiene este impedimento junto con el desconocimiento de la trayectoria de la feria”, afirmaron.