En el marco de la 1º Sesión Pública Especial del 109º Período Legislativo, en el Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredon se conmemoró el cuadragésimo octavo aniversario del nefasto Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
La sesión fue presidida por la presidenta del Honorable Cuerpo, Marina Sánchez Herrero, junto al secretario Carlos Bustos y demás miembros de los distintos bloques políticos.
También asistieron legisladores provinciales, funcionarios del Departamento Ejecutivo, representantes de los Organismos de Derechos Humanos, e invitados especiales.
Vale destacar que mediante Decreto Nº 40/01 se determinó que a partir de ese año, se conmemoraría el infausto acontecimiento del Golpe de Estado del año 1976 en Sesión Especial convocada al efecto.
En cumplimiento de la Ley 11.782 es necesario efectuar actos con el objetivo de repudiar el terrorismo de Estado.
“El 24 de marzo debe ser una jornada para la reflexión de la sociedad en su conjunto, sobre la permanente necesidad de la defensa del sistema constitucional y la plena vigencia de los Derechos Humanos”.
En primer término, se entonaron las estrofas del Himno Nacional. Luego, se procedió a proyectar el video “Historias de Abuelas – La identidad no se impone”, trabajo realizado por personal del Teatro Auditorium – Centro Provincial de las Artes.
Después de la lectura de las notas de excusación y adhesiones, por parte del locutor oficial, la Presidenta propuso poner el Cuerpo en comisión.
Maite Bourg de Nietos, leyó un documento en representación de los Organismos de Derechos Humanos “como símbolo de la continuación de lucha de Madres y Abuelas en mano de los jóvenes”.
Después de levantar el estado de comisión, Sánchez Herrero leyó el documento único del HCD:
Se cumplen hoy 48 años del último Golpe de Estado en nuestro País, llevado adelante por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Desde ese momento, en nuestro País se amplió la persecución política e instauró una metodología cruel y criminal: la tortura, la muerte y la desaparición forzada de personas por parte del Estado. Tanto dolor dejó una profunda marca en toda la sociedad argentina.
En un día como hoy nuestro pensamiento más profundo y consternado va con calidez y respeto hacia las víctimas del terrorismo de estado: los desaparecidos, los sobrevivientes, los exiliados, las madres, los padres, las abuelas y los hijos.
A partir del año 1983 con la recuperación de la democracia, Argentina se propuso transitar un camino hacia la Vida y la Paz. El País se puso a la vanguardia en la lucha por el respeto y vigencia de los Derechos Humanos y el régimen democrático y republicano transformándose en un proceso único en el mundo.
La determinación del gobierno democrático de poner a disposición los resortes institucionales necesarios para que el terror, el miedo y la violencia rindan cuentas frente a los estrados judiciales en la Argentina, tiene que ser una guía para la construcción de nuestra sociedad.
La Verdad como valor, se consolidó como una necesidad y una acción necesaria para saldar y curar las heridas e intentar construir una sociedad pacifica para el futuro.
Este camino recorrido hace que determinados valores, se transformen en el centro de nuestra vida. La condena a la violencia como forma de ejercer o militar la política, la tolerancia de la diversidad y la pluralidad, deben ser los esfuerzos que se hacen para concluir con una reparación que consolide la democracia, con justicia, con paz y equidad social.
Nuestra patria solamente podrá encontrar su grandeza, en un camino y una construcción social a fin de llevar adelante aquella premisa que consagra nuestro preámbulo, debemos trabajar para afianzar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.