Los bioquímicos cobrarán copagos de al menos $3.000 a los beneficiarios de prepagas

La asociación que agrupa a los profesionales del sector argumenta que las empresas mantienen tarifas atrasadas y ya empezaron a aplicar los pagos extra.

Los bioquímicos de Argentina han decidido implementar un copago que afectará a los usuarios de servicios de medicina prepaga, dado el retraso en los aumentos de las tarifas que las financiadoras de servicios de salud privados pagan a los prestadores. La Confederación Unificada Bioquímica de la República Argentina (CUBRA), a través de su presidenta María Cecilia López, anunció a través de un comunicado que el copago, que se espera sea superior a los $3.000, es una respuesta directa a la creciente brecha entre los costos operativos y los aranceles percibidos por los profesionales del sector.

Esto significa que los beneficiarios de prepagas que se vayan a hacer un análisis de sangre o cualquier otro estudio de laboratorio, se van a encontrar con que muchos profesionales les van a cobrar un extra de no menos de $3.000 que hasta hace poco no existía.

Durante el último año, los bioquímicos sostienen haber enfrentado una situación económica adversa, marcada por una inflación galopante que no ha sido acompañada por un ajuste proporcional en los pagos que reciben de las empresas de medicina prepaga. La situación se vio agravada por un incremento descontrolado en los precios de insumos y reactivos, muchos de los cuales deben ser importados, argumentaron. Atribuyen estos aumentos a dificultades en la importación, problemas que exacerban la ya tensa relación entre los costos y los ingresos de los profesionales.

En octubre, los bioquímicos se habían planteado la posibilidad de interrumpir los servicios a las obras sociales y prepagas, una medida drástica que fue evitada gracias a la apertura de mesas de negociación. Sin embargo, según López, las conversaciones no han resultado en soluciones concretas, especialmente con las prepagas, que, según la titular de CUBRA, no están cumpliendo con los pagos justos.

La situación no es homogénea en todo el país; hay variaciones regionales significativas. Sin embargo, existe un consenso entre los bioquímicos de todo el territorio nacional sobre la necesidad de un copago que compense la diferencia entre lo que consideran una remuneración justa y los aranceles que actualmente perciben.

La decisión de fijar un pago compulsivo por encima de la cobertura pregpaga no afecta, necesariamente, a los afiliados a obras sociales. O al menos no de la misma manera. Algunas obras sociales sindicales directamente acordaron el copago, lo que pone a los usuarios de prepagas en una situación particular porque en sus casos el bono extra es una decisión unilateral.

Ante lo que consideran una falta de respuesta adecuada por parte de las entidades responsables del financiamiento de la salud, los bioquímicos aseguran enfrentarse a la encrucijada de tener que asegurar la sostenibilidad de sus servicios. El “bono compensador de emergencia” se presenta como la única alternativa viable para mantener la cobertura de salud en condiciones de desequilibrio económico y financiero, sostienen.

Este copago adicional representa una carga económica extra para los usuarios de prepagas, que ya enfrentan sus propios desafíos financieros en el contexto económico actual de Argentina. La medida ha generado preocupación entre los afiliados, quienes temen que este incremento pueda ser el comienzo de una serie de aumentos en los costos de la atención médica privada.