La precandidata a intendenta del PTS dentro del Frente de Izquierda recordó la lucha de las mujeres para lograr la legalización del aborto y sostuvo: “lo conseguimos cuando muchos decían que la sociedad no estaba preparada”. Propone “lucha y organización” contra la precarización laboral y bajos salarios.
Dentro del Frente de Izquierda se preparan para las PASO, que terminará de definir la integración de la lista que presentará el espacio en las generales de octubre. María Rosa Mauregui, candidata del PTS dentro de ese frente competirá con Alejandro Martínez (PO) en la interna. Los dos llevan fuertes representaciones a nivel nacional (Myrian Bregman y Gabriel Solano) y ambos proponen una agenda anticapitalista.
“Las principales problemáticas son la precarización laboral y los bajos salarios”, afirmó Mauregui, precandidata a intendenta que tiene 40 años y hoy se desempeña en la parte de estadísticas de la sede local del Ministerio de Trabajo.
María Rosa nació en La Plata pero en 2008 decidió venir a vivir a Mar del Plata, porque toda su familia reside en la ciudad. “Milito en política desde los 17 años, siempre en la izquierda”, dijo en una entrevista en Radio Vinilo (89.1).
La precandidata, quien padeció la precarización por parte del Estado ya que durante mucho tiempo fue monotributista aún trabajando en el ministerio, se refirió a la “dualidad” que existe en la sociedad a la hora de hablar de trabajadores: “Hay muchos que tienen empleos registrados y sufren explotación laboral, porque necesitan hacer horas extra; y otra mitad, mayoritariamente mujeres y jóvenes, con empleo informal. Eso es terrible”.
Jornada laboral de 6 horas
Una de las propuestas bien conocidas de la izquierda es la reducción de la jornada laboral. Mauregui planteó que “la jornada laboral de 8 horas vigente en la Argentina es de hace casi 100 años, en estos años la tecnología ha avanzado pero no ha servido para beneficiar nuestro trabajo ni mejorar la calidad de vida, sino para aumentar las ganancias de los empresarios”.
La reducción de la jornada laboral sumada a la defensa de los derechos de los trabajadores serviría para que “no haya desocupación, podamos trabajar todos y además podamos tener tiempo libre para disfrutar”, indicó en el programa El Modular.
“En Argentina existe el discurso que los problemas son porque los trabajadores tenemos muchos derechos y al contrario, cada vez se pierden más derechos”, planteó.
Las peleas de fondo, el movimiento de mujeres y el rol de los sindicatos
A la hora de realizar cambios tan profundos como una reducción del horario de trabajo, algo que es complejo de negociar con los sectores patronales, Rosa Mauregui expresó que “no hay que resignarse y dar peleas de fondo” y recordó los años anteriores a la ley de legalización del aborto: “yo vengo del movimiento de mujeres y nosotras peleamos por decidir sobre nuestro cuerpo y que el derecho al aborto sea un tema de salud pública y estuvimos en la calle todos los martes (martes verdes), hicimos paros de mujeres durante muchos años y así conquistamos nuestro derecho cuando todo el mundo decía que no se podía, que la sociedad no estaba preparada”.
Criticó el rol que tienen hoy los sindicatos que en muchos casos responden a los oficialismos de turno y son “los que han dejado pasar el ajuste y que los derechos laborales existentes no se cumplan”.
“Los sindicatos tienen que tener un rol independiente del Gobierno y defender a los trabajadores”, sostuvo.
Transporte: municipalización y control de usuarios y trabajadores
En general la izquierda coincide en municipalizar el servicio de colectivos para que sea el Estado quien administre los millonarios subsidios de Nación y Provincia que se “llevan los empresarios”. Para Mauregui la transparencia estaría garantizada a través del control de los propios choferes y los usuarios del servicio.
De esta manera se podrían “mejorar los recorridos” y atender otros problemas como “cabinas, que vienen pidiendo los choferes”, para su seguridad.
“Las empresas no invierten en eso porque no les importa. Todos los gobiernos han permitido que sigan esos negociados y que se tome el transporte en función de la rentabilidad”, argumentó.
Problema habitacional
“Alquilar es muy difícil por el precio de los alquileres y por el valor del salario”, dijo. Mauregui planteó un plan de viviendas y obras públicas y que el Estado pueda establecer un piso en el precio de los alquileres.
Estableció la necesidad de regular la situación de las aplicaciones para conseguir alojamiento, que beneficia al turismo, pero encarece los aranceles para quienes necesitan residencia por 36 meses.
Con la construcción de viviendas municipales, “el Estado podría regular viviendas propias si las tuviera y poner un piso de valor de alquileres”, y además generaría “trabajo genuino”, puntualizó.