Ante una plaza desbordada, la Vicepresidenta fue la única oradora en el homenaje a Néstor Kirchner. Desde la foto con los presidenciables, hasta los ejes políticos y convocatoria a la militancia.
Buenos Aires.- La vicepresidenta, Cristina Kirchner, fue la única oradora en el acto homenaje por el 20° aniversario de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia, ante una plaza colmada y una situación meteorológica que amenazaba con complicarse: por esta razón el discurso se adelantó media hora y comenzó aproximadamente a las 15,30.
Cristina Kirchner dio un mensaje claro, que incluyó a la militancia y los dirigentes políticos y sindicales y hasta la oposición. Ante una multitud que cantaba “Cristina presidenta” o “una más y no jodemos más”, los hits que sonaron en el acto.
“Basta de pedirle al otro que haga cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer. Hay que romperse lo que hay que romperse y lo tienen que hacer todos y todas”, expresó la Vicepresidenta.
En un mensaje de unidad estableció los cuatro ejes que debe tener un programa de gobierno peronista, subrayó la necesidad de revisar el acuerdo con el FMI, le apuntó al Poder Judicial y convocó a la Plaza para lo que viene.
Uno de los puntos clave es el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional: “Si no logramos que ese programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, de industrialización, de innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo”, sostuvo CFK.
A lo que agregó “fue un préstamo político y política también tiene que ser la solución”, enalusión a el acuerdo realizado entre el macrismo y el organismo internacional para financiar la campaña del expresidente. También propuso “en todo caso que lo aten a un porcentaje de exportaciones pero, que dejen de querer dirigir la política y clausurarnos la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima”.
La segunda cuestión importante que manifestó fue cómo regular los recursos estratégicos como el litio y el gas. Sobre este eje habló sobre “una alianza entre lo público y lo privado”. A los que critican la posibilidad de repetir en el país la experiencia de Bolivia y de Chile que declararon el litio como recurso estratégico, les dijo: “¡Pero qué vocación de colonia, hermano! ¡Qué vocación de volver a ser Potosí, ponete en la cabeza ser Malasia, ser Corea pero, no volver a ser Potosí por favor!”.
El tercer punto refiere al pacto democrático quebrado desde el intento de magnicidio: evitar la violencia política. “Cuando escucho y dicen: hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo, por favor, ¿por qué tenemos que llegar al exterminio del otro si con ganarle alcanza? Se los digo como parte de una generación que fue devorada en la vorágine de la violencia política”, apuntó. Aquí apeló también a la oposición.
Finalmente, pero no menos importante, se refirió al Poder Judicial: “Hay que volver a darle al país un Poder Judicial porque este se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina”, lanzó CFK. Describió a la Corte como peor que la menemista, “un mamarracho”, dijo, y volvió a sostener que es único poder que no es elegido por el voto popular. “Tenemos que repensar el diseño institucional, no podemos seguir con la rémora monárquica de personas designadas de por vida que nunca rinden cuentas a nadie”.
Cristina Kirchner ejerció su rol de líder indiscutida del peronismo y propuso cuatro ejes claros y definidos para lo que viene y si bien no se refirió específicamente a candidatos, convocó a la militancia y a la dirigencia y “no pedirle a otro lo que no estamos dispuestos a hacer”.
Reivindicó el gobierno de su compañero Néstor Kirchner: “Fuimos los kukas los que pagamos los depósitos a plazo fijo con el Boden 12. ¡Anoten! –dijo– ¡Genios de la economía! Garparon la de ustedes, los perucas”. Luego, puntualizó: Néstor “decidió, junto al compañero Lula Da Silva, pagar al contado la deuda con el FMI”. Cuestionó a la oposición, remarcó que Mauricio Macri “entregó un país endeudado con dos dígitos de desocupación” y defendió su segundo mandato.
Sobre la gestión de Alberto Fernández indicó que “a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Macri”. Antes, había cuestionado que en el país hay crecimiento “pero se lo llevan cuatro vivos”.
Finalmente, explicó la principal diferencia entre su postura y la que llevó adelante la gestión de Fernández: la distribución de la riqueza. “Para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51 por ciento? ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser hagan lo que hagan: me quieran matar, meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo”, lanzó.
Fuente: Página 12