La ley establece que todo establecimiento o lugar, fijo o móvil, que se encuentre habilitado para la venta o expendio a cualquier tipo de bebida alcohólica, deberá garantizar el acceso gratuito al agua potable suficiente y sin límite alguno.
“Derecho a jarras” o “ley de jarras”, así popularmente se conoce al conjunto de normas que obligan a locales comerciales, como restaurantes, bares y boliches, a proveer agua potable gratuita a sus clientes, algo que, crease o no, si no hay articulados de por medio, no ocurre.
Este martes el Gobierno de la provincia de Buenos Aires promulgó su propia “ley de jarras bonaerense”, Ley 15.439, que fue sancionada por unanimidad hace apenas unas semanas por la Legislatura, por impulso del Ministerio de Salud, a cargo de Nicolás Kreplak.
Con el concepto de que el acceso al agua es un derecho y una estrategia clave para mitigar la intoxicación alcohólica, la ley establece que todo establecimiento o lugar, fijo o móvil, que se encuentre habilitado para la venta o expendio a cualquier tipo de bebida alcohólica, deberá garantizar el acceso gratuito al agua potable suficiente y sin límite alguno.
“La presente norma tiene por objeto garantizar y promover el acceso irrestricto al consumo de agua potable de forma gratuita en todos los establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas y en estadios y lugares donde se efectúen eventos de convocatoria masiva”, reza el texto de la ley de jarras bonaerense.
De este modo, los establecimientos que brinden servicio de mesa, como bares, restaurantes o cantinas, deberán garantizar en la mesa de sus clientes una jarra o botella de al menos 250 centímetros cúbicos, además de colocar señalética donde se informe sobre la gratuidad del acceso al agua, e incentivar su consumo como práctica de reducción de daños ante el consumo de alcohol.
La ley de jarras bonaerense fue reclamada por el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, durante una reciente conferencia de prensa brindada desde el Senado. “Voy a pedir que nos acompañen con el proyecto para el acceso al agua en los boliches, porque a veces algo tan vital se convierte en mercancía y pone en riesgo la salud de los jóvenes”, les pidió el funcionario a los senadores presentes.
En efecto, entre los objetivos de la ley de jarras bonaerense se encuentran los de mejorar la salud de la población de la provincia de Buenos Aires, garantizar la hidratación adecuada, promover el consumo de agua segura y reducir lo más posible los riesgos asociados al uso de alcohol y otras sustancias psicoactivas.
El articulado detalla que los dispositivos de acceso libre al agua, deberán estar correctamente señalizados, visibles, y ser de acceso libre sin dificultades ni demoras, al tiempo que tendrán que ser aptos para su funcionamiento irrestricto, limpios y situarse en puntos independientes de los sanitarios, estar acompañados de vasos para poder hacer uso del agua y el agua deberá ser apta para el consumo humano y en cantidad suficiente.