El organismo financiero reconoce que el gobierno de Cambiemos debió imponer controles para evitar la fuga de los 45 mil millones y admite que el diagnóstico de ajustar para bajar la inflación no funciona.
Buenos Aires.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer las conclusiones de su investigación interna sobre el préstamo de 57 mil millones de dólares (45 mil millones efectivos) que le otorgó al gobierno de Mauricio Macri.
El crédito no solamente fue el más alto de Argentina, sino también el mayor en la historia del organismo internacional. El informe muestra una crítica lapidaria a los demsanejos de la política económica de Cambiemos y, además, un duro diagnóstico sobre las medidas que no se tomaron para evitar la fuga del dinero de ese desembolso.
El título del trabajo es “Evaluación Ex Post” (EPE, por sus siglas en inglés), y fue elaborado por el Staff de la entidad que conduce Kristalina Georgieva, una división con peso político y técnico fuerte. La crítica del organismo, que de algún modo es también una autocrítica indirecta, se apoya en tres pilares:
1. Que el Gobierno de Macri debió interponer controles de capitales para ordenar los flujos y evitar fuga de divisas, que es lo que terminó ocurriendo antes y después de tomado el crédito. De hecho, si se mide la fuga en los meses posteriores y teniendo en cuenta que el dinero es fungible, se fue del país casi la totalidad del préstamo.
2. Que la administración de Cambiemos debió poner en práctica, ni bien tomado el crédito, una reestructuración que pensara en un acuerdo posible para saldar la deuda. Y que, además, haciendo eso hubiese despejado el escenario de necesidades de financiamiento de corto plazo. Algo que nunca se llevó a cabo y que empezó a hacer el Gobierno de Alberto Fernández ni bien iniciada la gestión.
3. Que, conceptualmente y en lo práctico, la idea de hacer un ajuste para controlar la inflación, no resultó. El FMI apunta en el trabajo que la inflación es un fenómeno “multicausal”, más que simplemente algo monetario. También acepta que las políticas de coordinación hubieran ayudado a fijar expectativas en torno a una menor tasa de inflación, pero éstas no fueron consideradas adecuadas por el gobierno de Macri.
En paralelo, el organismo admite que el programa Stand By tomado a mediados del 2018 no logró el objetivo de generar más confianza. Si bien el FMI no lo pone en letras de molde, la lectura sobre ese punto es una admisión de que el crédito fue geopolítico y para un sostén de un modelo que precisaba financiamiento de un rumbo que se veía complejo porque Argentina ya estaba en una crisis seria no sólo de ingresos, sino de actividad.
Vale recordar que estos gestos de la investigación ya tenían antecedentes en documentos internos del FMI que hace unas semanas dio a conocer Página I12. En 2020, la Oficina de Evaluación Independiente del organismo, una dependencia de mucho menor rango y peso que el Staff apuntó. en un análisis global de los flujos de capitales, que Argentina debió poner al menos un cepo para frenar la fuga y establecer políticas más efectivas de control inflacionario, entre otros puntos. Ahora el Staff, que es la parte que negocia con los enviados de Martín Guzmán el crédito, confirma y refuerza la idea de los problemas de haber prestado a un país en quiebra virtual.
Fuente: Página 12