Desde la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) de Mar de Plata, adhirieron al pedido de las entidades provinciales y solicitaron a los tres niveles de gobierno medidas de aplazamientos de vencimientos y lealtad comercial entre rubros esenciales y no esenciales.
Aún no recuperados los niveles de venta de la prepandemia, ante las nuevas medidas anunciadas, aumentó la angustia por parte de los comerciantes locales, que actualmente desenvuelven su actividad de manera parcial.
Sectores vinculados con el turismo se encuentran en situaciones muy críticas, producto de un 2020 sin actividad y una temporada que no logró recuperar esos 9 meses sin ingresos en los cuales se generaron deudas. En este estado se ven involucrados el transporte, la hotelería, la gastronomía y la recreación; así como el derrame en el comercio y en la economía general de la ciudad que provocan estas actividades.
Ante las nuevas medidas, algunos rubros se ven hoy especialmente sensibles ante el venidero Día del Padre. Las restricciones generan incertidumbre en primer lugar respecto a poder proveerse a tiempo de mercadería y luego en relación a la posibilidad de efectuar las estrategias de ventas.
El viernes por la noche, cuando los comercios cerraron sus persianas lo hicieron con una falta de certeza frente a cómo debían actuar el siguiente día, ya que las normas fueron publicadas cerca de la medianoche. Esto fue así debido a la demora del anuncio presidencial y luego la confirmación por parte de las autoridades provinciales y locales y la posterior publicación del DNU. Esto aumenta aún más la intranquilidad con la que cotidianamente tiene que vivir el sector.
Hoy observamos comercios trabajando a puertas cerradas o con la cortina a media altura, buscando poder lograr alguna venta aunque sea sin contacto con el cliente, al amparo del punto 10 del artículo 3° del DNU 334/21 del decreto que prevé para los rubros no esenciales la “Venta de mercadería ya elaborada de comercios minoristas a través de plataformas de comercio electrónico, venta telefónica y otros mecanismos que no requieran contacto personal con clientes y únicamente mediante la modalidad de entrega a domicilio o retiro. En ningún caso podrán abrir sus puertas al público.”
No obstante, esta exigua posibilidad de venta, y que en muchos comerciantes ha provocado la sensación de “estar trabajando a escondidas” y la poca posibilidad de venta bajo esta modalidad, se suma que sin gente en la calle no hay consumo, y sin consumo no hay ni ventas ni ingresos para hacer frente a las obligaciones contraídas. Con casi un tercio del mes sin poder contar con ingresos, va a ser muy difícil hacer frente a las obligaciones contraídas con anterioridad, y a los gastos fijos que mensualmente deben afrontarse, como alquileres, salarios, impuestos y servicios.
La situación planteada se agrava más aún por la falta de lealtad comercial de comercios que, amparados en pertenecer a sectores esenciales, ofrecen productos no esenciales sin ninguna restricción. En este aspecto hacemos referencia a aquellos comercios exceptuados por ser considerados esenciales como los supermercados mayoristas y minoristas, de alimentos, higiene personal y limpieza, que ofrecen también -e incluso han incorporado en estos días- indumentaria, calzados, juguetes, perfumería, informática, celulares, artículos de calefacción y para el hogar, muebles, colchones, artículos de deportes y aire libre, y hasta cubiertas para automóviles. Los comercios esenciales hoy venden gran número de productos que ofrecen los comercios no esenciales a los que hoy se les esta vedado el ingreso del público.
Por ello desde la UCIP solicitamos que se supervise que los comercios considerados esenciales solamente comercialicen productos esenciales, es decir, los artículos para los que esta prevista su apertura y que son los alimentos, la higiene personal, la limpieza y los medicamentos, clausurando los espacios destinados a la venta de productos no esenciales, como se está haciendo en otras jurisdicciones.
Así como, solicitamos que de la misma manera que se ha puesto a nuestros comercios en una situación de “stand by” también se siga el mismo criterio con las obligaciones por el tiempo que dure las restricciones, por lo que adherimos al pedido de las entidades provinciales expresado en el comunicado conjunto de la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA), y la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA), la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires (FEBA) y la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA).