Santo Stefano di Sessanio es una pequeña aldea medieval amurallada que actualmente solo cuenta con un centenar de habitantes. Las autoridades del lugar ofrecen casa y sustento económico a las posibles nuevas parejas residentes, que deben ser menores de 40 años, entre otros requisitos.
El fenómeno se repite en distintos pueblos olvidados de Europa: necesitan renovar la población para evitar convertirse en lugares fantasmas. En este caso, se trata de una idílica aldea medieval amurallada llamada Santo Stefano di Sessaniy ubicada en Abruzzo, una región de Italia en los montes Apeninos, que ofrece un sueldo anual a las personas que quieran mudarse y comenzar un negocio.
Fabio Santavicca, el alcalde del pueblo, le contó a CNN que su intención no es vender casas a un euro, sino que la premisa es”generar las condiciones para que este lugar siga existiendo”. Entre los requisitos para presentar una solicitud se encuentran ser residente italiano -o poder llegar a serlo-, tener menos de 40 años y estar dispuesto a instalarse por un mínimo de cinco años.
En la actualidad, la aldea tiene 115 residentes, de los que la mitad son jubilados y una veintena tiene menos de 13 años. Santavicca indica que, en realidad, durante el año los vecinos se reducen a 70 personas.
El plan para atraer a los nuevos residentes consiste en pagarles un sueldo durante tres años equivalente a 9500 dólares anuales. La municipalidad también prevé pagar una contribución única de hasta 24 mil dólares para iniciar un emprendimiento comercial. Por otro lado, la oferta incluye también una propiedad para vivir a un costo de alquiler “simbólico”, aunque todavía no se definió cuántos euros significa el término.
Hasta el momento, desde que se abrió la inscripción el pasado 15 de octubre, ya completaron la solicitud unas 1500 personas, aunque la idea del pueblo es recibir a solo unos diez nuevos habitantes o cinco parejas. Santavicca señaló que esperan un crecimiento gradual.
Las autoridades determinaron una lista de actividades comerciales autorizadas: ser guía de turismo, trabajar en la oficina de información, realizar tareas de limpieza, cumplir un trabajo administrativo en la municipalidad, poner una farmacia o vender comida típica de la zona.
“Ofrecemos un ambiente de tranquilidad donde es posible tener tiempo libre. Los paisajes son increíbles y el aire siempre es limpio y fresco”, dije el alcalde sobre el pueblo, ubicado a dos horas de distancia de Roma y a 90 minutos de la playa del mar Adriático.
Los detalles completos y el formulario de solicitud se encuentran en el sitio web del lugar. La fecha límite de inscripción es el 15 de noviembre.